Cambios constitucionales

España no es el único país de la Unión Europea en el que se discuten cambios constitucionales. En Francia, por ejemplo, la reforma está mucho más adelantada que aquí y, de hecho. será el propio gobierno el que presente esta primavera ante el Parlamento su proyecto de reforma. Según adelantó hace meses el presidente Emmanuel Macron, la reforma incluirá la limitación de veces en que un diputado puede ser reelegido, cambios en el número de miembros de la Asamblea Nacional para dar paso una cierta proporcionalidad… Macron también ha dicho que está dispuesto a que la Constitución reconozca la singularidad de Córcega, signifique eso lo que signifique. En cualquier caso, el punto más interesante de todos, al menos para sus socios de la Unión, España incluida, será cómo piensan lograr que la discusión sobre problemas europeos que tienen lugar en Bruselas, en la Comisión, en el Consejo o en el Parlamento, tenga también repercusión a nivel nacional. En Francia se discuten ya fórmulas distintas, desde la posibilidad de que los eurodiputados participen también en los debate del Parlamento nacional, hasta la idea reforzar la Comisión de Asuntos Europeos, de manera que tenga mucho más protagonismo en la vida política interna. No estaría mal que los partidos políticos españoles, sus dirigentes y sus grupos parlamentarios se preocuparan también de este asunto, claro está si es que tienen un poco de tiempo libre. Faltaría más.