El “casual” fuego que permitió a Hitler suspender todos los derechos civiles
Nieves Concostrina nos recuerda el incendio en el Reichstag, la sede del Parlamento alemán, el 28 de febrero de 1933

Un grupo de ciudadanos contemplan el Reichstag en llamas(Getty Images)

Madrid
El 28 de febrero de 1933, y gracias a que (supuestamente) un albañil comunista en paro le pegó fuego al Parlamento alemán, el recién estrenado canciller Adolf Hitler pudo suspender todos los derechos civiles y convertir la constitución en papel higiénico de doble capa.




