Una coalición muy difícil

Madrid

Los afiliados al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) respaldaron ayer, con un 66% de sus votos, formar de nuevo parte de una coalición con Angela Merkel y su democracia cristiana. Los responsables de la Unión Europea se felicitan de que la economía más grande de la UE vuelva a tener un gobierno fuerte que pueda impulsar junto con el presidente francés, Emmanuel Macron, el papel y la fortaleza de Europa. Pero nadie está realmente tranquilo. Las cosas son mucho más complicadas y difíciles de lo que aparentan, también en Alemania. Sobre todo porque la oposición queda ahora en manos de Alternativa para Alemania, un partido ultranacionalista, ultraconservador y xenófobo, que pasa de ser una pequeña formación sin importancia a tener un protagonismo político inquietante.

El resultado de la votación interna en el SPD ha sido claro, un 66% a favor, pero lo cierto es que la coalición se ha llevado por delante al líder socialdemócrata, Martin Schulz, y que los partidarios del 'no' han encontrado un representante, un joven de 28 años, que ha conseguido atraer muchos nuevos militantes y que ha prometido vigilar estrechamente a su partido. El SPD, que se hará cargo de seis ministerios, entre ellos el de Finanzas, tiene que ser ahora capaz de marcar diferencias con respecto a la coalición anterior, que casi acaba con su identidad socialdemócrata. Y todo en un momento en el que, como comentaba ayer la directora de la radio pública Deutsche Welle, muchos alemanes sienten que sus condiciones de vida han empeorado y no encuentran respuestas para los mismos problemas que otros europeos: la globalización, la inmigración o como asumir más responsabilidades en la integración europea, no solo en cuanto a política exterior o defensa, sino también en cuanto a la economía. De la capacidad de esta nueva coalición de cambiar realmente bastantes cosas en Alemania dependerá quizás el futuro de la Unión.