¡Qué indecencia, qué obscenidad!

Ha hecho bien el PSOE en aguantar a pie firme el tirón, burdo, obsceno y repugnante, del PP y Ciudadanos en el caso de la prisión permanente revisable. Estamos tan acostumbrados a las bajezas del partido de Rajoy y su utilización de las víctimas, que apenas si le prestamos atención. El discurso del diputado Bermúdez de Castro, exigiendo a los socialistas que miraran a la cara a los padres de las víctimas, debería estar grabado a fuego en el monumento a la ignominia que alguna vez habrá que levantar al partido de Génova. Tan impúdico como el recibimiento de Rajoy a esos mismos padres poco después. Han encontrado estos chicos de la derecha de toda la vida un buen acompañamiento en el pimpollo Rivera, que según de donde sople el aire digo hoy sí y mañana no, estos son mis principios y si no les gustan aquí tengo estos otros. En esa carrera loca entre PP y Ciudadanos para ver quién es más feamente populista, vamos a ser testigos de grandes momentos. Se los relataremos. Por lo pronto, no le ha gustado nada a este Ojo el paseo por parte del ministro Zoido de la bufanda azul celeste del niño Gabriel. La madre del pequeño es muy dueña de dársela a quien quiera, faltaría más, pero un cargo público debería entender cuándo debe guardarla. Por pura decencia.