¿Organización humanitaria o mafia criminal?

Madrid

Un juez de la localidad siciliana de Ragusa ha ordenado liberar el barco de Proactiva Open Arms retenido desde hace un mes en Italia, acusado de favorecer la inmigración ilegal, tras intentar desembarcar a 216 inmigrantes. La buena noticia no reviste polémica alguna, aunque evidencia una preocupante doble mirada judicial sobre un mismo hecho sin cerrar definitivamente el procedimiento penal abierto.

Pero además, el secuestro del barco de la ONG española ha suscitado inquietantes preguntas. La primera, qué está sucediendo en la UE para que una organización humanitaria pase a ser sospechosa de organización criminal por intentar salvar vidas desesperadas en alta mar. La segunda, sobre los acuerdos con Libia, un estado fallido al que la UE ha subarrendado el control de una de las zonas de tráfico de personas más activas y letales del planeta. Y la tercera, sobre la eficacia disuasoria sobre las ONG que actúan en esta ruta de decisiones como la que se tomó hace un mes y hoy se anula: de los seis barcos humanitarios ya sólo quedan tres. Ahora parece que estorban.