
Ni una sola de esas muertes
No hay absolutamente nada con que los responsables de ETA puedan justificar el sufrimiento que provocaron, ni tan quiera ante ellos mismos
Cuando el IRA anunció el abandono de las armas, en 1998, un periodista británico escribió: ¿de qué ha servido el recurso a la violencia? ¿en qué ha cambiado la situación de quienes viven en Irlanda del Norte, en la República de Irlanda o en el Reino Unido en su conjunto? ¿están los responsables y militantes del IRA un centímetro más cerca de conseguir los objetivos que dijeron perseguir?. "No", respondía. "Nada de lo que ocurre ahora, en 1998, nada de lo que ocurrirá en los próximos años será consecuencia del recurso a la violencia y las armas. La aproximación entre las dos Irlandas será consecuencia de la Unión Europea y no de uno solo de los asesinatos del IRA ni de quienes desde el lado unionista les persiguieron. Ni uno solo de los más de tres mil muertos que provocó el IRA entre 1968 y 1998 ha encontrado la menor justificación", escribió.
ETA anunciará el primer fin de semana de mayo su disolución definitiva, según han hecho saber sus portavoces. Ni un solo de los asesinatos que cometió desde 1968 ha encontrado justificación desde el punto de vista de sus objetivos. Ni uno de esos más de 800 muertos les ha colocado un centímetro más cerca de sus ideales. No hay absolutamente nada con que los responsables de ETA puedan justificar, al final del trayecto, el sufrimiento que provocaron. Ni tan quiera ante ellos mismos ni ante los familiares de sus compañeros muertos también violentamente.
La amargura no es solo un sentimiento de pena. A veces se convierte también en un tormento, que provoca más sufrimiento. Ojala la noticia de la disolución definitiva de ETA ayude a dar fin y definitivamente a ese dolor.
