Lecciones de esperanza

Madrid

Yo estoy de acuerdo con Pérez-Reverte: creo que a los maestros habría que triplicarles el sueldo y prestigiar mucho más su oficio porque, efectivamente, son nuestra última esperanza. Al escritor le ha respondido un político de Ciudadanos diciendo que antes habría que triplicar también el temario de asignaturas y los requisitos para ser profesor o profesora. Pero en eso ya no entro; es ruido en Twitter y poco más. Para mí lo importante es el mensaje de que es en las aulas donde se cuece el futuro y que por eso hay que cuidarlas.

Hoy tenemos una historia que lo confirma: una maestra que decidió mezclar enseñanza, lectura, televisión y correspondencia ¡y le ha salido genial! Y por si fuera poco, hemos encontrado a un chaval de seis años… ¡que ha escrito ya su primer libro!

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En días como este pienso que sí, que mientras queden maestros y niños todavía hay esperanza.