Elias Querejeta, el renovador del cine español
Hace un lustro nos dejaba el productor más importante que ha tenido nuestro cine.
Madrid
Astuto, maquiavélico o discutidor insaciable. A lo largo de su carrera Elías Querejeta se ganó muchos calificativos. Algunos buenos, otros malos. Pero lo que ni siquiera sus mayores enemigos podrían negar es la evidencia de que entre sus producciones figuran algunas de las mejores películas del cine español: “El espíritu de la colmena”, “Pascual Duarte”, “Cría cuervos”, “El desencanto”, “Tasio”, “Los lunes al sol”… Producciones mimadas y cuidadas con las que Querejeta contribuyó como ningún otro productor a la renovación de los temas y las formas del cine español. Películas en las que además, él fue parte creativa fundamental. Casi siempre cuando se habla de cine de autor suele pensarse en los directores, pero lo preciso en el caso de Elías Querejeta sería hablar de productor-autor: “Dada mi manera de trabajar, sí intervengo en el proceso de desarrollo del proyecto, en el rodaje de la película, en el montaje... Y de una manera muy directa y a veces muy profunda”.
Elias Querejeta, el renovador del cine español
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Las dos pasiones de Elías Querejeta eran el cine y el fútbol. Con 16 años fundó ya varios cineclubes en San Sebastián y recorría Guipúzcoa organizando proyecciones en los pueblos. En cuanto al fútbol tampoco le fue mal. Jugó durante varias temporadas como media punta de la Real Sociedad y marcó en el campo de Atocha un gol al Real Madrid.
A los 24 años colgó las botas y llegó a Madrid. Quería escribir guiones, pero después de recibir varias negativas, decidió que quería ser él quien tuviera capacidad de decisión. Su primera película importante fue “La Caza” (1965). A partir de entonces, sobre todo con Saura, con el que trabajaría en 13 películas, pero también con otros directores como Víctor Erice, Manuel Gutiérrez-Aragón o Jaime Chávarri, Querejeta inició una andadura con películas que admitían dobles interpretaciones. Conservó de su etapa como futbolista una habilidad especial para driblar a los censores y salir del regate con el balón controlado. Querejeta era el productor del cine crítico, intelectual y de izquierdas. No era miembro del Partido Comunista, pero, como guiño de subversión, su empresa se llamaba Elias Querejeta Producciones Cinematográficas, o lo que es lo mismo aplicando siglas: Elias Querejeta P.C.
Franco murió pero Querejeta conservó un talento natural para descubrir talento. En los 70 fueron los Saura o los Chávarri. En los 80 dio la oportunidad a Montxo Armendáriz, a quien produjo películas como “Tasio” (1984), “27 horas” (1986) o “Las cartas de Alou” (1990). Su descubrimiento de los 90 se llamaba Fernando León de Aranoa con quien obtuvo éxitos como “Familia” (1996) “Barrio” (1998) y “Los lunes al sol” (2002). Querejeta nunca concibió la producción cinematográfica como un negocio (“El dinero es sólo una herramienta de trabajo”) sino como un compromiso. Después de que ETA asesinara al diputado Fernando Buesa y a su escolta Jorge Díez, escribió y produjo “Asesinato en febrero” (2001), un estremecedor documental sobre las secuelas del terrorismo.
Cuando iba a entrenar desde Hernani a San Sebastián, Elías Querejeta solía coincidir en el tranvía con Eduardo Chillida, que empezaba a despuntar como escultor. Chillida, que había sido portero de la Real hasta que sufrió una lesión, le recomendaba que dejara el fútbol, que le iba quitar tiempo para el cine. Al final Querejeta le hizo caso. El cine español ganó un montón de películas. Y ¿qué perdió el fútbol? Decía Querejeta que, si no, tal vez se le habría gustado ser entrenador.
Antonio Martínez
Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine y de música. Primero en 'El cine de Lo que yo te diga',...