El 'fixer', guía de periodistas y amuleto de la suerte

Madrid

Se cumplen 18 años de la muerte del corresponsal Miguel Gil, un referente para todos los reporteros, una figura que con el tiempo se ha convertido casi en una leyenda por su manera comprometida de entender el periodismo y su entrega al lado de los que sufren. Gil era un joven abogado de 25 años que un día tomó la decisión de dar un giro total a su vida. Se subió a una moto y condujo hasta Zagreb, Croacia. Quería acreditarse en la sede de Naciones Unidas para poder entrar en Bosnia, pero le pidieron referentes como periodista y no los tenía. Aquella acreditació denegada no le hizo sino buscar un aval que le permitiera cumplir su objetivo. Y lo consiguió en una revista de motor, “Solo moto”. Con el tiempo llegaría a convertirse en uno de los mejores cámaras del mundo.

Este año, el premio periodístico que la Fundación Miguel da en su memoria ha reconocido por primera vez la figura del fixer: ese traductor o ayudante local sobre el terreno que acompaña al periodista cuando llega a un país o cultura que no conoce en profundidad. El reconomiento ha sido para el fixer Yaarub Akram. Yaarub pasó de trabajar como guía turístico en Bagdad a ser un "guía de periodistas" en un país destruido por la guerra... Por trabajar con la prensa española le acusaron de traidor e incluso le torturaron. Hoy, refugiado en Noruega, sigue viajando y trabajando como periodista. "Mi causa es la causa de Irak y el mundo árabe, la de estar con los que sufren y que se conozca la verdad". Periodistas como Mónica García Prieto, Javier Espinosa o Ricard García Vilanova han trabajado han contado con su colaboración en Irak o Siria. Mónica dice de él que que es su hermano de elección, "una figura necesaria con la que entenderse tanto en guerra como en paz".

Bru Rovira ha charlado con él...