Cuídese, señor presidente

Recién prometido presidente del Gobierno, don Pedro Sánchez. Espero que al recibo de esta se encuentre usted bien en compañía de los suyos. Solo unas líneas para pedirle, desde este modestísimo Ojo, que se nos cuide, que a ver si ahora, con lo que ha costado sentarse en ese sillón, tenemos algún disgusto inesperado.

Así que atentos a todo lo que se mueve y antes de dar el primer paso de esta nueva y apasionante vida que usted empieza, mire con sumo cuidado donde pone el pie, gire la cabeza a ver qué deja atrás, eche un vistazo a los lados y solo cuando vea el campo libre, pero libre de verdad, esto es, vacío, incluso sin sus más preciados amigos, comience a andar ausente de ataduras, con la vista centrada únicamente en todo lo que quiere hacer.

Le dirán que tenga mucho cuidado con quienes le han apoyado en la moción de censura. Ninguno de esos aliados, le susurrarán al oído, es de fiar. Fíjese Podemos, fíjese los nacionalistas y aún peor, los independentistas. Tampoco se olvide de sus conmilitones de partido, cargados de antiguas rencillas, desde barones resentidos a veteranos despechados. Cierto: tenga mucho cuidado con todos ellos. Pero nunca, jamás, olvide que ahí afuera, afilando los colmillos del rencor, está esa derecha montaraz que usted ha echado y sus canallas terminales mediáticas. Serán despiadados.