Del Bosque, campeón de valores
Los mejores referentes son aquellos que transmiten valores que no tienen que ver con la fama, el éxito, el poder o el dinero
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Madrid
El nuevo ministro de Cultura -de Cultura y Deporte- ese que detesta hacer deporte, aseguró el otro día –quizá para compensar- que admira a los deportistas “porque son héroes –dijo- y heroínas”. Hombre, igual no es para tanto, pero referentes, ¡ya lo creo que encontramos referentes!
Los hay en el cine, en la literatura, en el arte, en la ciencia, en el periodismo, en la enseñanza… Y también en el deporte, claro. Pero, ¿saben una cosa? Los mejores referentes, los que de verdad merecen la pena, no son sólo aquellos que hacen grandes películas, o que venden muchos libros, o que meten muchos goles, o que descubren cosas insólitas. No, los buenos son los que además de todo eso –que ya lo hacen muy bien y tiene mucho mérito-, además, transmiten valores que no tienen que ver con la fama, ni el éxito, ni el poder, ni el dinero.
¿Por qué nos encanta a todos, por ejemplo, Rafa Nadal? Porque juega como Dios, eso lo primero, pero sobre todo por cómo gana, por cómo pierde, por cómo trabaja y por cómo respeta. O sea, nos gusta el deportista, pero nos enamora la persona.
Bueno, pues hoy tenemos la suerte de contar con otro ejemplo, el mejor invitado –por cierto- para la semana en la que empieza el mundial de fútbol: Esta tarde nos acompaña Vicente del Bosque. Le preguntaremos cosas de fútbol, seguro, pero yo tengo muchas ganas de que nos cuente cosas de la vida.
Corrió el rumor de que le habían ofrecido un cargo en el nuevo Gobierno; no es verdad, pero si alguien piensa algún día en crear un ministerio de las personas, creo que él sería un gran candidato.