Estos no son los valores europeos

Madrid

Mañana empieza en Bruselas un Consejo Europeo que tiene a la inmigración como punto principal. Los dirigentes europeos tienen que encontrar una solución definitiva a la llegada masiva de migrantes, a las peticiones de asilo, a la respuesta en la urgencia y a la respuesta en la cronificación de una situación que tiene escenarios reconocidos, como Lesbos, Sicilia o las costas gaditanas.

Los precedentes son descorazonadores. ¿Se acuerdan de que en 2015 hubo un acuerdo entre los mismos que mañana se sentarán en la mesa para reubicar a 160 mil refugiados procedentes de Grecia y de Italia? ¿Recuerdan que ninguno de los países, entre ellos España, cumplió lo acordado? Es más, ¿recuerdan que España acogió una cantidad ridícula, solo el 16 por ciento de lo acordado?

Entonces gobernaba Mariano Rajoy, ahora al frente del gobierno está Pedro Sánchez, que ha hecho de la migración una de sus banderas. Su respuesta al cierre de los puertos italianos al barco Aquarius le situaron en una posición en la que nunca habíamos estado, la del compromiso. Como gesto fue fantástico, a muchos de nosotros nos gustó pertenecer a un país que cuidaba y que miraba por los migrantes. Pero las cosas no son tan fáciles, tras el gesto tiene que llegar la gestión y ésta debe salir de una política común europea. Y en esa Europa están también la Italia de Salvini y la Alemania de Angela Merkel, a la que aprietan los de su propio partido en Baviera, que amenazan con llevar de manera unilateral los planes migratorios.

La ultraderecha, cuando no el fascismo, está alcanzando un protagonismo preocupante en la resolución de este conflicto. Y es obligación de Europa hacerle frente y encontrar una solución. Porque ellos no dejarán de huir y nosotros no podemos cerrarles las puertas. Estos no son los valores de Europa o, al menos, no son los valores de buena parte de los ciudadanos europeos.