Cuidado con lo que ves, hay películas que pueden costarte la vida

Madrid

¿Alguna vez se han sentido físicamente mal por lo que estaban viendo en el cine? En algunas salas actualmente se avisa de que 'Los Increíbles 2' podría provocar ataques epilépticos.

No es la primera vez que sucede algo así. En 1997 ya se produjeron casos de epilepsia entre los más pequeños debido a un capítulo de 'Pokémon'. 700 niños japoneses tuvieron que ser hospitalizados por lo que se conoce como 'epilepsia fotosintética' o 'epilepsia televisiva', producida por la exposición continua de los niños a un bombardeo de luces brillantes en la pantalla. Cualquiera que alguna vez haya conectado la Play Station ha visto esa advertencia.

Como parte de novedosas campañas de márketing, algunas películas presentan la posibilidad de vomitar como incentivo para el espectador aficionado a las sensaciones fuertes: en el caso de 'Crudo' los acomodadores de cine llegaron a repartir bolsas de mareo por si fueran necesarias durante la proyección.

No todos los efectos en la salud son desagradables, aunque sean peligrosos: un danés llamado Ole Betzen murió de un ataque cardiaco viendo 'Un pez llamado Wanda'. Las risas aceleraron su corazón hasta tal punto que alcanzó las 200 pulsaciones por minuto.

Durante la 'La Pasión de Cristo' se registraron otras dos muertes, también por corazones que no soportaron la escena de la crucifixión: una mujer de Wichita, Peggy Scott, y un sacerdote brasileño, José Gerardo Soares. Seguro que San Pedro tuvo especial piedad con ellos.