La neurociencia busca la película perfecta

Madrid

El uso de la tecnología en el cine va más allá de los efectos especiales. Las productoras buscan la película perfecta pero no se fían de lo que les dicen sus espectadores. Por eso, ahora son los algoritmos los que deciden lo que le gusta al público. 

Antes de llegar al cine, muchas películas se presentan a una pequeña muestra de público potencial. Para saber cómo reaccionan, qué les interesa, qué les aburre... Con estas pruebas las productoras pueden realizar algunas modificaciones en sus cintas o en sus series y, en algunos casos, los resultados obligan a realizar cambios radicales.

Ahora la tecnología tiene cada vez más peso en este tipo de pruebas y se utilizan sistemas de neurocomunicación. En Madrid, la Universidad Rey Juan Carlos, en su neurolaboratorio, ha presentado pequeños fragmentos de algunas películas (Fast and Furious, La Llamada, El señor de los anillos, Intocable y Gladiator) a medio centenar de alumnos y ha registrado sus niveles de atención y emoción.

Lucía Sutil es la directora del laboratorio de neurocomunicación de la Universidad Rey Juan Carlos y ha explicado a La Script cómo se pueden utilizar estos experimentos en el sector del cine y las series.

La mayoría de los datos son secretos, ya que las productoras que financian estos proyectos no quieren que se conozcan. Lo que Lucía Sutil puede contar es que las técnicas de la neurocomunicación se están utilizando y en muchos casos los resultados sorprenden.

Proyectos de investigación como este de la URJC que, de aquí a unos años, podrán ser los responsables de realizar la película perfecta. Y solo queda una pregunta: Entre tantas películas perfectas ¿nos perderemos algún error indispensable?