Como una herida del tiempo

Madrid

Murió Vicente Verdú. Todas sus aficiones fueron pasiones. Aplicó su inteligencia y su emoción a la interpretación del arte y de la vida. Fue un genio de la síntesis y de la perspicacia. En EL PAÍS, donde pasó gran parte de su vida, fue capaz de convertir el alma en un asunto periodístico. Fue un poeta autocrítico e irónico, regó de palabras esenciales sus libros y sus reportajes. Pintor de colores igualmente apasionados, era también un amigo sereno. La palabra ausencia es la que sentimos como una herida del tiempo quienes conocimos a Vicente Verdú.