Además, periodistas mentirosos

Nos gusta ir a la contra. Somos un país al revés. Si la moda que nos llega de donde vienen todas, de Estados Unidos, consiste en que el presidente miente y la prensa se aferra a la verdad, aquí damos la vuelta a la tortilla y los periódicos -esos periódicos de siempre, la mundialmente famosa caverna hispánica- son quienes se dedican a las fake news. Poco vamos a defender aquí la tesis del presidente Sánchez, que tiene edad y cargo para defenderse por sí solo. Pero si le gustaría a este Ojo autoplagiarse y volver a decir algo que ya escribió hace algunos años: “Hay amigos a los que no les gusta que un periodista hinque al diente a otros periodistas. Perro no come perro, dicen. Y entonces, ¿no deben denunciar los jueces intachables a los corruptos que haya en su gremio? ¿Los policías a sus compañeros que se saltan la legalidad? ¿Los médicos cuidadosos callarán ante quienes han dejado morir, por negligencia o mala práctica, a uno de sus pacientes?”. Y remataba así: “Además, detesto la omertá, que así se denomina al silencio de los mafiosos”. Decía José Agustín Goytisolo que había una vez un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado. Y hoy, unos periodistas mentirosos, añade el Ojo. Lean, supongamos, Abc, El Mundo o, si tienen estómago, OK Diario. Luego me cuentan.