La destrucción libia
La crisis en Libia se ha agravado hasta tal punto que la mayor parte de las organizaciones humanitarias ha decidido abandonar el país. Cruz Roja, una de las pocas que continúa su actividad, denuncia la violencia y la destrucción masiva que se están produciendo
La violencia creciente en Libia ha obligado a la mayoría de las organizaciones humanitarias a abandonar el país. Cruz Roja todavía permanece operando en una Libia que, denuncian, está viviendo una situación “desesperada”, con una guerra constante que lleva ya siete años en marcha, medio millón de personas forzadas a abandonar sus casas y la destrucción de las infraestructuras básicas. “El agua, la electricidad y los suministros son un objetivo, o son saboteados”, así como la ayuda sanitaria, que ha sido “atacada y saboteada” dejando los hospitales sin suministros, han denunciado.
La crisis que atraviesa Libia ha provocado además un colapso de la economía y ha incrementado la vulnerabilidad de los ciudadanos, cuya vida se ha vuelto imposible, según explica la ONG. Cruz Roja subraya que “a menudo familias completas dependen de la ayuda humanitaria”. Las escuelas y viviendas han quedado destruidas y, para aquellos desplazados que tratan de regresar a sus hogares, en muchos casos “no queda mucho a lo que volver”.
Por otro lado, el agravamiento de la crisis que atraviesa Libia y su debilidad fronteriza favorecen las operaciones de las mafias de tráfico de personas. Cruz Roja alerta de esta falta de seguridad, que repercute directamente en la llegada de migrantes a Europa mediante peligrosos viajes en los que constantemente son sometidos a abusos sexuales, esclavitud o incluso la muerte.