¿El mundo está en peligro?

Madrid

“Brasil está en peligro. Y con Brasil, el mundo”. Con estas frases inicia el sociólogo Manuel Castells una carta abierta a los intelectuales del mundo en la que muestra su extrema preocupación ante la posibilidad de que aquel país elija como presidente a Bolsonaro, a quien define como “un fascista, defensor de la dictadura militar, misógino, sexista, racista y xenófobo”. Su retrato y su preocupación son compartidas por muchos. Pero él no se conforma con levantar la voz, sino que pide a los intelectuales del mundo que también la alcen, que usen su autoridad moral para provocar una movilización en la segunda vuelta capaz de frenar el tsunami.

Brasil nos enfrenta a la gran paradoja de la democracia: que llegue al poder por las urnas una persona que defiende valores contrarios a la democracia. Y el mal se extiende. Algunos países disponen de cortafuegos previos que impiden que estos personajes puedan llegar a competir en una cita electoral. Pero cuando no existen esos diques de contención, sólo queda confiar en el sentido común de los votantes y en que cada cual asuma su responsabilidad. Castells cree que la de los intelectuales es hacerse oír y pedir a los ciudadanos que se lo piensen dos veces antes de poner la alfombra roja, por acción o por omisión, a quien puede poner en peligro la democracia.