El día que nació el rey con peores calidades de la historia de España
Tal día como hoy nació Carlos II, el rey con peor fortuna y peor salud de cuanto ha habido en España. Su impotencia llevó a España a una guerra de sucesión y un cambio de dinastía
El día que nació el rey con peores calidades de la historia de España
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Si es frustrante saber que podrías estar haciendo algo mejor con tu vida y que nadie se dé cuenta, peor es que te pase al revés, que, por las circunstancias que sean, acabes en un puesto que te va claramente grande. Esto acostumbra a pasar por nepotismo, que es ese arte tan nuestro de poner a alguien en un cargo porque es hijo de otro alguien, sin tener en cuenta sus capacidades.
Y si hay una institución donde esa máxima es ley es la monarquía. Quiero decir que literalmente es ley. Que si eres un mendrugo absoluto pero has nacido en la familia correcta serás el hombre más poderoso del reino. El ejemplo más glorioso de la ruleta genética de la monarquía es nuestro personaje del día de hoy. Porque un 6 de noviembre de 1661 llegó al mundo un rey que pasaría a la historia, pero por todas las razones erróneas. Sí, amigos, estoy hablando del nacimiento de Carlos II, el Hechizado. Voy a leer una semblanza que hizo de él un contemporáneo, para que no creáis que me estoy cebando gratuitamente:
El rey es más bien bajo que alto, no mal formado, feo de rostro; tiene el cuello largo, la cara larga y como encorvada hacia arriba; el labio inferior típico de los Austria; No puede enderezar su cuerpo sino cuando camina, a menos de arrimarse a una pared, una mesa u otra cosa. Su cuerpo es tan débil como su mente. De vez en cuando da señales de inteligencia, de memoria y de cierta vivacidad, pero no ahora; por lo común tiene un aspecto lento e indiferente, torpe e indolente, pareciendo estupefacto. Se puede hacer con él lo que se desee, pues carece de voluntad propia.
Y aún así, porque la ley es la ley, estuvo en el trono de España unos 35 años. Que si bien es cierto que el gobierno efectivo de la nación cayó en manos de otro, no lo es menos que él no ayudaba mucho en nada. Por no dar, no dio ni príncipe heredero, con lo que nos dejó como herencia una bonita guerra de sucesión.
Moraleja: que si estás en un puesto laboral que ni entiendes, y te levantas aterrorizado cada mañana sospechando que el mundo pronto se dará cuenta, mejor dimite, tú que puedes.
si te has quedado con ganas de más...