Un asesinato múltiple para llevarse unos prismáticos y 50 dólares

Está claro que todos preferiríamos no ser víctimas de un sangriento asesinato. Pero, en caso de serlo, ¿mejoraría en algo nuestro ánimo pre-mortem saber que pasaríamos a la historia por ello?

Si me hago esta macabra pregunta es porque viene bastante al caso para el hecho histórico que vamos a recordar hoy. Hace justo 59 años, los cuatro miembros de la familia Clutter fueron asesinados en su granja, en el estado de Kansas. El padre, la madre y los dos hijos adolescentes fueron ejecutados por un magro botín: una radio portátil, un par de prismáticos y unos 50 dólares. Una tragedia, pero bien sabemos que muertes violentas y absurdas las hay a centenares cada año en Estados Unidos. Y esta no fue distinta por la naturaleza del crimen, sino por su investigación. O, mejor dicho, por la narración que de esta investigación hizo Truman Capote, en su libro “A sangre fría”.

Tanto los Clutter como sus asesinos, Dick Hickock y Perry Smith, quedarían para siempre inmortalizados en la historia de la literatura. Los primeros como víctimas de un asesinato motivado por un dinero que no tenían y los segundos como despiadados ejecutores de toda una familia. Estas fueran las palabras de Smith sobre el asesinato del patriarca de la familia: “No quería hacerle daño. Me pareció un señor muy majo, de habla muy pausada. Y lo seguí pensando hasta el momento justo en qué le corté el cuello”.

Así que si alguna vez has anhelado entrar a formar parte de la historia de la literatura, piensa en los Clutter. Mejor ser anónimo y seguir vivo.