¿Todavía estamos a tiempo?

Madrid

El debate de esta mañana en el Congreso sobre Catalunya ha dejado una frase resonando en las paredes de la cámara. La ha pronunciado el diputado de Esquerra Republicana, Joan Tardá. Todavía estamos a tiempo, ha dicho.

Es la frase a la que debería agarrarse todo el mundo si a unos no les preocupara el adjetivo de traidor y a otros no les preocupara la próxima cita electoral. Hoy, desde la tribuna se han escuchado voces que intentan mantener en pie los últimos puentes que quedan, y voces que ya han dinamitado los puentes hace tiempo y que luchan entre ellas por parecido electorado. Hoy parecía que había unos que se resistían a dar por enterrado el acuerdo de la moción de censura y otros que lo pisoteaban con fuerza para que no pudiera volver a resurgir.

Y es que han pasado tantas cosas en tan poco tiempo que ese frágil acuerdo no para de tropezar. Lo más reciente es el resultado de las elecciones andaluzas con la irrupción de la ultraderecha en el panorama político, con la que pocos contaban. A Pedro Sánchez se le acorta el margen de actuación presionado por la derecha envalentonada tras los resultados andaluces y por su propio partido temeroso de que lo de Andalucía sea solo el principio.

Pedro Sánchez amaga con romper definitivamente con los independentistas pero en el fondo no quiere, espera que esa suerte que le ha acompañado siempre se vuelva a aliar con él, pero son pocas las señales que llegan desde el otro lado. Y no llegará ninguna hasta que en ese otro lado no se imponga el pragmatismo que tan bien escenifica Joan Tardá.