Una de las primeras estafas de la historia de la ciencia
Charles Dawson fue el creador del llamado 'Hombre de Piltdown', una mentira como un castillo que tardó 40 años en descubrirse
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No voy a descubriros nada si digo que en los últimos 150 años la ciencia ampliado los horizontes de nuestro conocimiento hasta límites quedarían vértigo a nuestro ancestros. Pero este avance no siempre ha sido fácil y no me refiero solo a los frenos que han puesto la religión o nuestras limitaciones mentales. La ciencia también ha tenido que hacer frente a su buena dosis de farsantes, hoy recordamos a uno que tuvo su momento de gloria un 18 de diciembre de 1912.
Ese día Charles Dawson en presentó en sociedad el fósil que sería conocido como 'El Hombre de Piltdown', era el eslabón perdido entre el hombre y el mono que debía acabar de cuadrar la teoría de la evolución. En un principio Dawson fue aclamado por los círculos científicos de su Inglaterra natal, y el homínido obtuvo el nombre científico de o 'Eoanthropus dawsonii', en honor a su descubridor, pero había un pequeño problema, que todo era mentira. Pasaron más de 40 años pero diversos los científicos acabaron publicando un papel conjunto exponiendo el fraude.
El hombre de Piltdown era en realidad una composición formada por un cráneo humano medieval, una mandíbula de orangután de 500 años, y unos dientes de chimpancé. Además se le habían limado los dientes y teñidos los restos para que quedarán más creíbles. Todo parece indicar que Dawson había sido el autor del engaño, pero al estar este ya fallecido no se sabe con certeza si fue él ni si contó con cómplices. Lo cierto es que si lo hizo para entrar en la historia, lo consiguió, igual no quedo en el apartado que él hubiera deseado.
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