El triste final de la elefanta Topsy

Nuestra protagonista de hoy es un buen recordatorio de la afición que tenemos los humanos a maltratar a otros seres vivos y después culpabilizarlos cuando no se comportan como desearíamos fuera de su hábitat.

Porque tal día como hoy tuvo lugar una de las ejecuciones animales más famosas de la historia: la de la elefanta Topsy, que fue envenenada, estrangulada y electrocutada un 4 de enero de 1903 en Nueva York.

Topsy había sido introducida de contrabando en Estados Unidos hacia 1875 y había sido exhibida en un espectáculo de circo la mayor parte de su vida. Se había ganado una reputación de “elefanta mala” sobre todo porque, cuando un borracho se metió en su establo y empezó a quemarle la trompa, lo agarró, lo tiró al suelo y lo aplastó. Esta fama se vio acrecentada cuando otro borracho, en este caso su cuidador, decidió llevarla de paseo por la ciudad y usarla para aterrorizar a unos policías. Al ser despedido el cuidador, sus propietarios decidieron que lo más lógico era ejecutarla, haciendo de ello también un espectáculo. Gracias a la intervención de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, se consiguió cambiar el método de ejecución: en lugar de ser ahorcada, como estaba previsto inicialmente, la pobre Topsy fue electrocutada. Un cambio que tampoco se puede decir que fuese mucho menos cruel.

De la muerte de Topsy han pasado 116 años, y podríamos creer que algo hemos avanzado. Pero recordad que sigue habiendo especímenes -supuestamente- humanos que creen que cazar un elefante con un rifle telescópico es un deporte.

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