Abascal manda y aprieta

Madrid

Decía ayer la iraní Rosa Rabbani en 'El País', que la gran novedad surgida en el último año en relación con las agresiones sexuales es la condena y ruptura del silencio por parte del conjunto de la sociedad en defensa de generaciones de mujeres maltratadas, acosadas, humilladas, violadas y abusadas. Por eso, entre otras razones de similar peso, es tan aberrante el campo de batalla elegido por Vox con el resto de la derecha para marcar territorio: la violencia de género.

Se corresponde bien con la chulería de los machos alfa intentar humillar al adversario, en este caso amigo-adversario, haciéndole doblar la cerviz donde más duele. Parece decidido el reconquistador Santiago Abascal a hacerles tragar a los pimpollos Casado y Rivera el sapo más venenoso, que os tengo agarrados por el cuello. ¿Os hace daño esa bajada de pantalones en este campo de mujeres y hombres? Pues ahí aprieto el torniquete. Claro que al final apoyará, pero algo de acíbar ya les hará tragar a sus compañeros de viaje. Rabbani añadía alguna cosa más, como ésta: “Apoyar a responsables, líderes y gobernantes machistas o misóginos es una forma perversa de prolongar e inmortalizar la desigualdad, la sumisión y la tiranía”. Veremos hasta dónde ceden el Partido Popular, histérico Casado, presionado dentro y fuera, y un Rivera atrapado en su propia red. Gobernarán Andalucía, pero sucios y pringosos.