El relator, un gol de Torra por toda la escuadra

La figura de un relator como puente entre el Gobierno y la Generalitat es confusa es innecesaria y es peligrosa. Es un patinazo de Pedro Sánchez que se muestra con boxeador sonado agarrado a las cuerdas para no caer. ¿Cabe mayor demostración de desconfianza que buscar a alguien que inspire confianza solo para convocar y tomar nota de lo que se diga? Porque a eso se va a limitar, según aseguró la vicepresidenta Carmen Calvo. Entonces quién podría ser ese relator. ¿Un notario con experiencia para dar fe?, ¿un amanuense para pasar limpio con buena letra cuanto se diga? Imagino que para Quim Torra lo ideal sería el representante de una organización internacional para abrir conversaciones en Ginebra. El diario digital Vozpópuli dice que podía ser alguien del PNV.

Confuso, muy confuso, y más aún si el trabajo de dicho relator va a tener por escenario una mesa de partidos. ¿Qué mesa?, ¿cuántos partidos?, ¿cuáles?, ¿cuándo? Innecesario. ¿No tiene España experiencia, estructura institucional y capacidad política para abordar un litigio interno como este sin carabina ni ángeles de la guarda?

¿Entonces si un día nos animamos a reformar la Constitución qué tendremos que hacer? ¿Recurrir a la ONU? ¿Tan desesperado está el presidente? ¿No resultaría más limpio y más conveniente, como decía ayer José Antonio Zarzalejos, resistir unos meses sin presupuestos convocar elecciones después de haber demostrado sus propósitos sociales sin tener que agarrarse como un menesteroso a los faldones del independentismo? Por último, si bien no menos importante, al aceptar esta figura del relator Sánchez consagra de facto la bilateralidad España-Cataluña. Me parece un gol de Torra por toda la escuadra.