"La Iglesia debería expulsar a los culpables sin que se lo tengan que pedir"

Madrid

El Papa ha convocado una cumbre a la que acudirán las víctimas de abusos sexuales por parte de la Iglesia para intentar resolver los delitos que se han cometido por parte de algunos curas y obispos. El encuentro se revela como histórico. Por primera vez en su milenaria trayectoria la Iglesia celebra una reunión mundial contra la pederastia en cuyas jornadas se escucharán los relatos de las víctimas y se debatirá qué hará el organismo eclesiástico. En La Ventana hemos hablado con una de las víctimas que este miércoles ha estado en el Vaticano.

"Ha sido tenso, había mucho dolor", nos ha contado Miguel Ángel Hurtado a su salida de la Santa Sede. Sus expectativas no son muy alentadoras tras la primera reunión: "Salgo decepcionado porque nada de lo que les hemos explicado lo desconocían".

Miguel Ángel afirma que iba con la idea de que fuesen ellos los que les contasen a las víctimas, pero que no les han explicado nada. Isaías Lafuente se pregunta que dónde estaba la Iglesia cuando ocurrían todas estas cosas. La respuesta de Hurtado ha sido contundente: "Encubriendo".

Jesús Bastante es redactor jefe de 'Religión digital' y nos explica la situación. Considera que "es super importante" que el Papa haya decidido llevar a cabo esta cumbre, aunque "siempre llegan tarde". Es por eso que le parece "normal que las victimas se sientan decepcionadas".

Bastante pide solo pide tres cosas: "que la tolerancia 0 se convierta en universal en la Iglesia, que las victimas sean parte de la solucion y que la Iglesia tiene que prevenir y proteger, pero también tomar la delantera, que expulse sin que nadie se lo tenga que pedir".

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Para Bastente "es descorazonador" que "estén esperando a que el Papa les diga qué hacer", cuando los asuntos son tan graves que la Iglesia debería poder hacerlo sin que tenga que venir el Papa. Aun así, reconoce que "es un Papa que dice cosas y reconoce que se equivocó".

"Es hora de tomar acciones contundentes"

El Papa ha saludado y besado la mano del polaco Marek Lisinski, víctima de abusos, en un breve contacto que se ha producido tras la audiencia general de este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano, justo un día antes de que comience la cumbre antipederastia convocada por el Pontífice. Pero las v´citimas no se conforman con gestos.

A la salida del encuentro han reclamado un "plan de acción global, creíble, con calendario", y "medidas específicas" con "un régimen sancionador para los obispos que no lo cumplan".

"Hacen falta cambios, como extender los plazos de prescripción en los delitos de pederastia, reformar la ley canónica para eliminar el secreto pontificio y establecer la tolerancia cero para todo el mundo: si tocas a un niño una vez, te vas a la calle", ha detallado Hurtado.

De momento los gestos del Sumo Pontífice se mueven entre lo histórico y el freno en la autocrítica. Ante los medios el Papa ha relacionado con el diablo a quienes pretenden acusar a la Iglesia eternamente. "No se puede vivir toda la vida acusando, acusando, acusando a la Iglesia. (...) ¿Aquel al que la Biblia llama el gran acusador quién es? Es el diablo. Y los que se pasan la vida acusando, acusando, acusando, no diré que son hijos, porque el diablo no tiene ninguno, pero sí amigos, primos, familiares del diablo", ha dicho Francisco.

"Esto no va, debemos señalar los defectos que corregir, pero en el momento en que se señalan los defectos, se denuncian los defectos, se ama a la Iglesia. Sin amor, eso es del diablo", ha recalcado.