Van Gogh, miseria y lucidez de un genio

Madrid

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• Reportajes de los tres principales estrenos de la semana
• Las vidas de Van Gogh en el cine
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El arte como capacidad de superación de los traumas es algo que explora también otro estreno de esta semana: Van Gogh a las puertas de la eternidad, película de Julian Schnabel, con la que Willem Dafoe ganó la Copa Volpi en Venecia y logró una nominación al Oscar. Es el retrato de los días más convulsos del pintor holandés, refugiado en el sur de Francia y tratando de superar su depresión, mientras pinta sus obras maestras.

"Seguimos las cartas de Van Gogh, en las que se muestra absolutamente lúcido, en esa última etapa de su vida. Sabía perfectamente quién era él y comprendía su relación y la de su pintora con la eternidad. Hay un momento en la película, cuando está pintando doctor Gachet, en que el doctor le pregunta por qué pinta. Y Van Gogh responde que para dejar de pensar", decía el director, y también pintor, Schnabel, que habían querido mostrar un Van Gogh mucho menos depresivo y más lúcido en este nuevo retrato. Era difícil dar un paso más contando la historia del artista, que ha sido uno de los pintores que más películas ha generado.

Par Schnabel no había ningún actor que pudiera interpretar al genio holandés, savlo Willem Dafoe, que aprendió a pintar para este rodaje. "Es absolutamente inspirador y lúcido sobre lo que hablaba. Creo que lo difícil viene cuando tenía esas visiones especiales y eso hacía que no pudiera relacionarse con la gente", decía el actor en Venecia. Schnabel trata de meter al espectador, a través de movimientos de cámara, en la mente del pintor. Un adelantado a su tiempo, que no vendió un solo cuadro en vida y que ahora es uno de los artistas más cotizados en las subastas de arte. Un artista que quedó en el camino, pero sus obras contribuyeron a cambiar la historia del arte, con su influencia en el expresionismo y en el fauvismo.

Lo más original de esta nueva biografía es que el director ha buscado la unión entre el paisaje y la mente del pintor y ha intentado introducir al espectador en esos cuadros llenos de movimiento y trazo grueso. Es interesante también las relaciones a las que apunta el guion de esta historia, que firma Jean-Claude Carrièrre. Su amistad con la propietaria de un restaurante del pueblo, que guarda un libro lleno de dibujos del pintor. Un personaje que interpreta la actriz Emmanuelle Seigner. También aparece tu tensa relación con otro pintor, el francés Paul Gaugain. Su mejor amigo, que le abandonó, precisamente por la inestabilidad mental de Van Gogh. Oscar Isaac interpreta a Gaugain en un perfecto inglés. 

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De todos los pintores, podría decirse que Van Gogh es el que más ha aparecido en el cine y grandes actores lo han interpretado. Kirk Douglas fue uno de ellos, se convirtió en Van Gogh en El loco del pelo rojo, de Minnelli. Robert Altman lanzó Vincent & Theo en 1990 y hasta Kurosawa se atrevió con una adaptación de su pintura posimpresionista en Sueños de Van Gogh. Hace un par de años asistimos a Loving Vincent, una bella película de animación, en la que participaron pintores de todo el mundo para recrear la obra del artista holandés en la gran pantalla.