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GUERRA CONTRA EL ISIS

"No se esconden. Reclutan delante de todo el mundo"

Hablamos con Nadia Remadna, fundadora de "la brigada de las madres", una organización dedicada a prevenir la captación de jóvenes por parte de DAESH en la periferia de París

Getty Images

Madrid

Naciones Unidas calcula que cuarenta mil hombres y mujeres han sido reclutados en los últimos años por parte del Estado Islámico para combatir en escenarios como Siria e Irak. Es más que probable que algunos de esos combatientes hayan salido del barrio de Seine-Saint Denís, a las afueras de París. Nadia Remadna trabaja allí en programas para prevenir la radicalización de estos jóvenes y su captación por parte de grupos terroristas en un distrito olvidado por la república francesa.

El trabajo de Nadia y su organización "Las brigadas de las madres", ha sido reconocido por el mismísimo presidente francés Emmanuel Macron y "Punto de Fuga" ha hablado con ella en el encuentro "Mujeres que transforman el mundo" que un año más se ha celebrado en Segovia.

Nadia Remadna: "No se esconden. Vienen a reclutar al barrio delante de todo el mundo"

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¿Cuándo empezó a darse cuenta de que algo no funcionaba bien con los jóvenes de su distrito?

Empecé a comprender que iba mal cuando cada vez más los jóvenes se encerraban en su religión y cuando veía cada vez a más niñas que se paseaban por el barrio, que yo conozco bien, y vi que proliferaban más escuelas coránicas en el barrio.

En su distrito el Estado Islámico recluta a muchos jóvenes. ¿Conoce la historia de algún joven que haya sido reclutado?

Sí, desgraciadamente hay muchos jóvenes que se han ido a Siria, gente muy joven que se ha ido con 17 años... y tengo ejemplos de gente que se ha ido... hay muchos conversos que se han ido, de familias que eran católicas, cristianas y que se han marchado. El ejemplo es un joven que se llama Quentin y que ha muerto. Él se fue simplemente... fue utilizado porque era el único francés converso, los demás eran ya musulmanes. No hay que olvidar que en el barrio hay reclutadores, y los reclutadores no se esconden, vienen a reclutar al barrio delante de todo el mundo. Y por desgracia nosotros hemos alertado al ayuntamiento, a la policía, y nos han respondido que eso no es un delito en tanto que se trata solo de religión.

¿Cómo es ese proceso de radicalización de los jóvenes?

A fin de cuentas, se trata de un trabajo que ya está preparado. NO se levantan una mañana y dicen 'vamos a radicalizar'. Se ha venido preparando a base de seducirles, ayudarles con los deberes, llevándoles de vacaciones... a esos jóvenes los han estado manipulando y les han lavado el cerebro desde los 13 o 14 años a través de todo lo que es cultural. Esos religiosos reemplazan las instituciones del Estado, con el ocio, la ayuda con los estudios, etc. Entonces, el reclutamiento ha sido muy sencillo. Al principio no les reclutan diciéndoles que van a matar a gente, sino que se les dice que hay una injusticia que hay que combatir y que si ellos son buenos musulmanes... El problema es que el curso de árabe era un curso coránico, no de árabe, y efectivamente el objetivo es vengar esa injusticia y reconvertirse en simples musulmanes.

¿Y son jóvenes que no tienen perspectiva de futuro? Tienen una alta tasa de desempleo, por ejemplo...

Hay que alejarse de esta idea económica. Esto no tiene nada que ver con la economía. Perdona si te doy el ejemplo de este joven que se fue, Quentin. Era católico, muy satisfecho, vivía en un buen barrio... si se tratara de los pobres, que tienen que ir a hacer la guerra, tendríamos a media Francia yendo a Siria. No se trata para nada de una crisis económica como la que hemos vivido en el país vecino Argelia u otros, es simplemente una ideología. Y tenemos a intelectuales que han venido durante años a hacer debates y discursos en este barrio, llenándose la cabeza de odio... pero esto no es económico, hay que sacárselo de la cabeza. Es una ideología, y tomarse el Corán al pie de la letra. Este es el problema... el problema es que todo lo cotidiano se ha vuelto religioso. No tiene nada que ver con el paro y todo eso.

¿Son comunidades muy cerradas en las que se llega a imponer la Sharia islámica?

La aplicación de la Sharia es importante, efectivamente. Actualmente hay muchos más matrimonios religiosos, ya no se casa la gente en el ayuntamiento. En definitiva, es que todo es religioso hoy en día. No hay administración, la institución está ahí, porque estamos en Francia, pero tenemos un problema. Yo que soy trabajadora social, veo que ahora viene gente a diario a los servicios sociales cuando tiene un problema, por ejemplo, para un divorcio. Si en un divorcio la mujer no tiene derecho a acudir porque en la religión musulmana la mujer tiene un papel secundario, se les atrae utilizando lo que es sagrado para una persona, que es la religión, y es así como logran radicalizar como ocurre ahora, porque utilizan lo que es sagrado para cada persona. Su refugio es su religión. El Estado ha dejado que se hagan demasiadas cosas. Ha habido leyes que se han hecho en Francia pero que no se han respetado.

Usted ha impulsado la brigada de las madres. ¿Cómo trabajan exactamente? ¿Cómo consiguen conectar con esos jóvenes en esos entornos tan hostiles?

Efectivamente, cree la Brigada de las Madres en 2014, pero yo tengo la ventaja de ser trabajadora social, yo conozco al público, he trabajado en la educación nacional, en todas partes, entonces llego fácilmente a esa juventud porque esa juventud me conoce. Tengo la ventaja de que soy de su misma cultura, comprendo su religión, conozco muy bien su idioma, entonces puedo acercarme a ellos fácilmente. Sin embargo, por desgracia, aunque me escuchen por respeto, es como si fuera una prisión a cielo abierto. No podemos acceder al exterior porque desgraciadamente las instituciones como las escuelas, los ayuntamientos, los servicios municipales, han entrado también en esa dinámica de los musulmanes que no son más que musulmanes, en su ocio diario, por ejemplo, les encerramos en su cultura. Todo se ha arabizado, y como se ha vuelto islámico y arabizado, es peligroso. Yo he vivido el terrorismo en Argelia y sé de lo que hablo. He nacido ahí y conozco los códigos. Yo no sé por desgracia más que lo social, pero esta problemática la conozco a conciencia porque la he vivido.

Pero, ¿es posible conectar con ellos entonces, escuchándoles, tratando de empatizar con ellos en sus problemas? ¿Cómo conecta usted en concreto?

Yo llego, simplemente porque lo conozco de memoria. Simplemente les conozco y sé cuáles son sus puntos débiles, y sé dónde tocarles y hacerles tomar conciencia. Respecto a esto lo cuento habitualmente, lo que pasó en Egipto, en Argelia y en otros lugares, les digo que si sus padres se fueron de Argelia, Marruecos o Túnez fue simplemente por ellos, para darles una vida mejor. Entonces, si queréis volver a vivir como en esa época... yo no les saco de su cultura, comparto con ellos la filosofía árabe, les hablo de cine, les doy como ejemplo Egipto, un país con cine, música... y para ellos el problema, lo digo y lo repito, es cómo hemos dejado que se desborden las cosas, y en Francia tenemos miedo de decir que nos hemos equivocado y hay que hacer otra cosa. De todos modos, eso no funciona, incluso las medidas que se han puesto en marcha para la radicalización... no vamos a arreglar los problemas con la región, sino con la mentalidad, la cultura... hay que hacerles salir de ese encierro.

Estamos hablando de un riesgo de radicalismo de corte yihadista, pero en las últimas horas tenemos el ejemplo del ataque en Nueva Zelanda, que tiene un sello supremacista. Al final, el fundamentalismo pesca donde sea, ¿no? Y especialmente entre los jóvenes.

Como decía Charb, de "Charlie Hebdo", los extremos se tocan. Efectivamente, los extremos se tocan... y lo que me da miedo es que conozco a mucha gente que son de izquierdas y todo eso, y que han podido votar por la extrema derecha en un momento dado. Para mi es una evidencia. Es desafortunado decirlo, pero es como una evidencia, como en todas las guerras en la historia, en un momento dado los extremos se van a tocar y desgraciadamente todo lo que ha pasado con el atentado... lo que me da miedo es qué va a pasar ahora como contrapartida. Vamos a escuchar la palabra 'islamofobia', se va a victimizar aún más a los musulmanes, se les va a dar esa posición de victimización, y eso es lo que por desgracia me da miedo.

Usted reprochó a François Hollande que siempre recurrieran a hombres para afrontar esta realidad. ¿Qué enfoque le daría la mujer? ¿Qué enfoque propone usted para afrontar este problema desde un punto de vista femenino?

He propuesto que se acuerden de las mujeres. Realmente hemos trabajado, no 35 horas, sino a todas horas, y hemos presentado un proyecto que se llama "Vigile Famille" para trabajar sobre la problemática porque son sus madres las primeras afectadas. Porque las madres sufren la salida de sus hijos, y la madre tiene el papel protector, y ¿quién mejor que una madre para conocer a su hijo y ver los signos que alerten? Es la madre, los padres, el padre también. Es el punto de partida de "la brigada de las madres".

Su familia es argelina, así que me gustaría acabar preguntándole por el futuro de su país de origen sin Buteflika. ¿Realmente piensa que hay un futuro en Argelia próximo sin la influencia, no sólo de Buteflka, sino también de su entorno?

Yo soy muy muy pesimista respecto a Argelia. Desgraciadamente, incluso si Buteflika se retira, seguirán sus soldados y todo su equipo. Pero estoy encantada con esa juventud que se levanta y por primera vez toda Argelia está en pie. Y deseo que esa juventud cambie... porque antes en Argelia no había internet ni nada, pero ahora todo se sabe. Y espero que la juventud argelina pueda vivir como todos los jóvenes.

 
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