Rick Rubin, la historia del productor que salvó a Johnny Cash del olvido

Madrid

A comienzos de los años noventa, Johnny Cash estaba acabado. Despedido de su sello y desconectado de la industria, el Hombre de Negro estaba tocando sus clásicos en locales de segunda. En uno de esos escenarios se topó con Rick Rubin, un productor de 30 años que le andaba buscando.

Rubin se había hecho un nombre en la escena musical gracias a su trabajo como productor de hip hop. Entre sus hitos figuraban sus trabajos con Beastie Boys, Red Hot Chili Peppers o Slayer. Pero Rubin quería dar un nuevo paso en su carrera y estaba buscando a una leyenda, una sin futuro que aceptase ponerse en sus manos. "El primer nombre que me vino a la cabeza fue el de Johnny Cash", contaba Rubin en el podcast Broken Records. Rubin se acercó a ver a Cash a California y conectó con él. "Él no conocía mi trabajo, pero se entusiasmó por el hecho de que alguien se interesase en trabajar con él", añadía.

El resultado de esa colaboración fueron seis discos, cuatro de ellos publicados antes de la muerte de Cash en 2003. Con aquellos geniales álbumes el legendario músico volvió a las listas de éxito, a las portadas, a estar bajo los focos y a tocar ante un nuevo público, uno nuevo y joven que había descubierto su música a través de versiones de U2, Depeche Mode o Nick Cave.

De dónde veía Rick Rubin

Esta semana hemos dedicado el Sofá Sonoro a recorrer estos discos tan claves en la carrera de Cash y Lucía Taboada nos explicaba de dónde venía Rick Rubin.