Aquel nido de corruptos de Interior

Convendría no minimizar la gravedad de los actos llevados a cabo por esa llamada policía patriótica, que en realidad no era otra cosa que una pandilla de desalmados que con el dinero de todos nosotros, aupados a cargos de enorme responsabilidad, se inventaban delitos y delincuentes para mayor gloria de su partido, el PP de Mariano Rajoy. Lo hicieron con varios políticos catalanes y volvieron a hacerlo con Podemos, con el daño que causan esas siniestras maniobras.

Dos responsables obvios por su cargo: el entonces director general de la Policía, el inefable Ignacio Cosidó, y el mismísimo ministro, el conocido condecorador de vírgenes, Jorge Fernández Díaz. Porque aquellos funcionarios que robaban teléfonos –véase Mortadelo Villarejo- o se inventaban ingresos millonarios en las cuentas de podemitas o separatistas catalanes, estaban bajo su mando directo y a ellos reportaban sus candongas.

Añadan a la cuadrilla a periodistas corruptos hasta el corvejón, que amamantan digitales inflados de mentiras, auténtica basura profesional y política, pero que gozan de muchas horas extras en las televisiones patrias, incluso las que fungen de progresistas.

Así que la alegre muchachada hizo lo que les vino en gana desde el Gobierno, bajo la mirada cariñosa de Soraya Sáenz de Santamaría y del presidente, y nadie, hasta ahora, les ha exigido responsabilidad alguna. Pues sepan todos que hablamos del PP, el partido de Pablo Casado. Ese mismo