Una vida dada por y para los derechos civiles
Hay muchas maneras de luchar por una causa justa. Martin Luther King escogió la más difícil. Buscó cambiar la sociedad americana sin usar la violencia, pero la sociedad no estaba dispuesta a cambiar sin violencia.
España
Martin Luther King era pastor de la Iglesia Baptista y había estado luchando por los derechos civiles de los afroamericanos desde muy temprana edad. Había protestado contra la segregación racial, contra la guerra de Vietnam y en general contra la pobreza que atenazaba a su gente, y sus esfuerzos habían sido reconocidos con con el Premio Nobel de la Paz de 1964.
Una vida dada por y para los derechos civiles
00:00
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000005490372/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
En 1968, King estaba preparando una marcha sobre Washington para denunciar una vez más la situación de pobreza de la comunidad afroamericana, pero el 3 de abril se desplazó hasta Memphis para dar apoyo a una huelga de profesionales de limpieza de esta ciudad. Según muchos de sus biógrafos, Luther King parecía intuir que le iba a pasar algo. Por la noche del 3 de abril le dijo a la gente que había ido a verle hablar que había visto la Tierra Prometida, pero que él seguramente no llegaría hasta ella, pero que ellos, su gente, sí que llegarían.
Al día siguiente, su predicción se hizo tristemente realidad. Un segregacionista blanco llamado James Earl Ray le disparó cuando estaba en el balcón de su motel. Luther King murió casi inmediatamente, con sólo 39 años.
Como vemos en movimientos como el Black Lives Matter, la Tierra Prometida aún queda muy lejos, y el fin de la violencia, más lejos aún.