Los títulos de Mao Zedong

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Si eres gobernante de China, lo tienes relativamente fácil para llevar a una tumba prematura a unos cuantos millones de tus conciudadanos. Y como chino exterminador, creo que nadie le puede arrebatar el título a Mao Zedong. Pero si una cosa me gusta de Mao es que además le daban títulos a sus campañas de exterminio que no sé si radiaban optimismo o un cinismo del tamaño de la gran muralla. Un poco como si yo firmara esta sección como “el mejor historiador desde Heródoto”. Entre 1958 y 1961, por ejemplo, Mao presentó al pueblo chino “El gran salto adelante”. Que puede parecer una prueba de humor amarillo, pero era todo lo contrario. En un intento de industrializar el país a la fuerza, murieron entre 15 y 25 millones de “saltadores”.

Por suerte para Mao, su poder en la China de la época quedó tocado pero no hundido, y tuvo tiempo de lanzar una secuela, que es la que recordamos hoy. Porque el 16 de mayo de 1966 Mao presentó al mundo su “Revolución Cultural”. Que, dicho así, parece que fuese a regalarle una biblioteca y un cursillo de acuarelas a cada chino. Pero no. Mao le puso “revolución cultural” porque “exterminio masivo de cualquiera que se crea más listo que yo” quedaba bastante menos poético. Mao consideraba que estaba perdiendo poder, y exhortó a los más jóvenes a purgar a todos los elementos considerados “revisionistas”.

Para los que no dominéis la terminología maoísta, esto era cualquiera que fuese sospechoso de tener ideas o comportamientos contrarrevolucionarios. Vamos, esencialmente, los más instruidos. O sea que era una revolución cultural, pero en contra de los que se consideraran cultos.

Si el gran salto adelante dejó a China unos cuantos kilómetros atrás, la Revolución Cultural tuvo como efecto una regresión que dejó a la sociedad, la cultura y la economía china en números rojos. Sí, eso último era una broma.