Mary Pickford, la primera gran estrella de Hollywood

Madrid

En los primeros años del cinematógrafo los actores todavía no eran conocidos por sus nombres. Hacia 1910 la actriz más popular de América, Florence Lawrence, era conocida simplemente como «la chica de la Biograph». Pero la técnica del primer plano fue, poco a poco, popularizando el rostro de los intérpretes y los productores comenzaron a alimentar esa mitología desde sus departamentos de publicidad. Una canadiense llamada Gladys Mary Smith, pero inmortalizada con el nombre artístico de Mary Pickford, fue la estrella inaugural de este nuevo firmamento. La primera en lograr que su nombre fuera un seguro de público llenando los cines.

Griffith la había descubierto. Con su rostro aniñado, sus tirabuzones rubios y su apariencia ingenua Mary se convirtió en la intérprete ideal de melodramas en los que daba vida a huerfanitas y jóvenes heroínas maltratadas por la vida. En sus primeras películas se la conocía como «la pequeña Mary», pero su ascensión vertiginosa no tardaría en convertirla en «la novia de América». En siete años, de 1909 a 1916, paso de ganar cuarenta a diez mil dólares a la semana, y se convirtió en uno de los personajes más populares del país. La primera mujer en Estados Unidos que logró ganar un millón de dólares.

Al público le encantaba. Cuanto más le hacía sufrir con sus desdichas cinematográficas, más le gustaba. En la revista Photoplay la actriz solicitó a sus admiradores que le dijeran qué personaje debía interpretar, y por abrumadora mayoría ganó el de Cenicienta. Y como los espectadores eran los que mandaban, Mary continuó siendo la eterna ingenua durante muchos años, viéndose condenada a interpretar papeles de quinceañera hasta bien entrada en la treintena. En este reportaje os contamos su historia.