¿Abstenciones buenas y abstenciones malas?

Madrid

Visto para sentencia. El juicio del procés ha terminado esta tarde con los alegatos de los acusados que, de manera prácticamente unánime, han pedido un retorno a la política para encontrar una solución al conflicto catalán. Fin de un juicio que, en Catalunya, ha monopolizado la vida política y que se ha cruzado con dos convocatorias electorales. Así que, el visto para sentencia se cruza hoy con las negociaciones para la formación del gobierno en España, los gobiernos autonómicos y ayuntamientos, y en especial, el Ayuntamiento de Barcelona.

En este contexto, el PSOE empieza a ver hoy que va a tener dificultades para sumar los síes suficientes para que Pedro Sánchez pueda ser investido presidente del gobierno. El voto de los diputados de UPN está supeditado a lo que pase en Navarra; y el voto de Coalición Canaria, supeditado al alcance de los acuerdos entre el PSOE y Unidas Podemos, así que los socialistas empiezan a asumir que van a necesitar la abstención de Esquerra Republicana de Catalunya.

PP y Ciudadanos preparan ya su artillería tras dejar claro que no se abstendrían para evitar precisamente que la investidura dependa de los independentistas. En el caso de Ciudadanos es especialmente llamativo, considerado en su momento un nuevo partido que venía a hacer una nueva política, que podía pensar en transversal en lugar de pensar en bloques, ha acabado por ser la muleta de un solo bloque, el de la derecha. Así que algo le tocará en el reparto de responsabilidades si al final la abstención independentista es indispensable. Aunque bien pensado, en alguno de los gobiernos en los que participarán los de Rivera la abstención, cuando no el apoyo de la ultraderecha, también lo será.

¿Hay abstenciones buenas y abstenciones malas?