Las condiciones de Podemos en la negociación con Sánchez: qué piden los morados y qué acepta el PSOE
Los socialistas siguen considerando a Unidas Podemos como socio preferente para la investidura
Consideran que su entrada en el Gobierno podrían generar rechazo de otras fuerzas necesarias
Podemos ha fiado todo su capital político en campaña a conseguir entrar en el próximo gobierno
Madrid
De momento, para su investidura Sánchez tiene solo asegurado el voto del Partido Regionalista de Cantabria (PRC). La estrategia pasa por apretar con los plazos, por urgir que la investidura será cuanto antes, aunque se tenga que fijar la fecha sin tener los apoyos garantizados. "En breve, tal y como nos comprometimos y tal y como además creemos que hace falta, porque sin duda no tener gobierno tiene un coste de oportunidad. No vamos a condicionar la investidura a que haya apoyos o no haya apoyos. La investidura nos presentaremos porque la prioridad es que haya gobierno en España", ha asegurado Ábalos, que ha llegado a decir que los apoyos se pueden decidir en el momento de votación. Fuentes del gobierno confirman a la SER que confían en que esa sesión sea en la primera quincena de julio.
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Los socialistas siguen considerando a Unidas Podemos como socio preferente, pero por ahora no quieren cerrar el abanico de posibilidades y siguen apelando a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas, especialmente presionando a PP y Ciudadanos. "Esto se trata de dialogar, de explorar acuerdos, hay muchos que no van a ninguna parte. No pasa nada por explorar todas las posibilidades con todas las fuerzas políticas posibles", ha asegurado Ábalos, que ha pedido a PP y Ciudadanos que dejen que la legislatura comience. El PSOE ofrece a ambas formaciones pactos de Estado y a Podemos pactos sectoriales y tomar partido de ese gobierno de cooperación del que hablaron Sánchez e Iglesias, que se reunirán esta semana.
Por su parte, Noelia Vera, la portavoz de Unidas Podemos, no solo habla de cooperación. "Nosotros entendemos que un gobierno de cooperación/coalición/compartido es un gobierno entre Unidas Podemos y el PSOE liderado por Sánchez y que cada uno tenga una representación proporcional de sus votos el 28-A. Ese entendemos que es el camino", ha asegurado.
Qué pide Podemos
La clave para la formación morada sigue siendo entrar en el Gobierno y que además en ese Gobierno esté Pablo Iglesias. Ahora bien, fuentes del partido aseguran a la SER que son conscientes de que su exigencia de ministerios y la repetición electoral les costó en 2016 un millón de votos. Esta vez tratan de evitar efectos adversos en las negociaciones. Así, por un lado no dejan de pedir su entrada en el ejecutivo de manera proporcional en los votos –es decir, uno a tres– pero al tiempo evitan pedir públicamente departamentos concretos. La formación morada quiere evitar que el debate se centre en que Podemos pide sillones.
Los morados consideran que han encontrado la fórmula que les permite salir airosos. En público se limitan a reivindicar la fórmula valenciana, donde Podemos ha conseguido entre otros departamentos una vicepresidencia segunda. "Soy optimista, veo que nos vamos a poner de acuerdo. El modelo valenciano es un modelo para todo nuestro país. Creo que el partido socialista no nos está mintiendo, sería muy decepcionante que las derechas se pongan de acuerdo en cinco minutos para hacer gobiernos de coalición. Creo que nuestra obligación es hacer lo mismo", señaló Pablo Iglesias.
Lo cierto es que iglesias necesita hoy más que en 2016 entrar en el Ejecutivo, ya que el líder de Podemos ha fiado todo su capital político en campaña a conseguirlo. Por ello, lo que está en juego no es solo la estrategia política del partido sino también el liderazgo de Iglesias e incluso su legado. De ahí que, en privado, el entorno de Pablo Iglesias asegure que su líder está dispuesto a llevar su pulso hasta el final, incluso si esto supone repetir elecciones. Para ello cuenta con unas bases que tendrán la última palabra que jamás se han separado de la línea oficial.
Qué acepta el PSOE
El PSOE, cuestionado por si prefería un gobierno con Podemos o unas nuevas elecciones, ha dicho, en palabras de su portavoz, José Luís Ábalos, que no le hagan elegir entre "susto o muerte". Las fuentes del gobierno y del PSOE consultadas por la SER aseguran que no ven a Pablo Iglesias dentro del ejecutivo formado por Pedro Sánchez. Esgrimen distintos argumentos, como que no tienen una visión compartidas de temas fundamentales, como por ejemplo la crisis catalana. El líder de Podemos habla de presos políticos y en la primera votación que hubo en la mesa del Congreso no estuvieron de acuerdo sobre la suspensión de los diputados encarcelados. Este es un tema que preocupa mucho a los socialistas.
Además, también argumentan que entre PSOE y Unidas Podemos no se suma una mayoría absoluta, lo que podría provocar rechazo en otras fuerzas necesarias para la investidura. A día de hoy, y poniendo el acento en que la última palabra la tendrá siempre el presidente del gobierno, ofrecen una negociación de nombres y personalidades de peso de diferentes ámbitos pero que no pertenezcan a la estructura de Podemos.
Texto elaborado con información de Inma Carretero y Mariela Rubio.