Anna Veiga: "Entre un 4% y un 6% de los niños nacen gracias a las técnicas de reproducción asistida"
En 1984 nacía el primer ser humano mediante fecundación en vitro en España, abriendo la puerta a la consolidación de la reproducción asistida
Palau Robert
Madrid
Esta tarde hemos hablado en La Ventana sobre la reproducción asistida con la persona que se encuentra al frente del departamento de Reproducción Asistida del Instituto de Dexeus y la directora del Banco de Líneas Celulares en el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona: Anna Veiga.
La Ventana desde Barcelona: La Catalunya gastronómica e investigadora
46:00
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Anna ha empezado su intervención recordando una fotografía del 12 de julio de 1984. En ella, aparecía Victoria Anna que se convertía en el primer ser humano que nacía mediante la fecundación en vitro en España. Aquella niña vio la luz con un peso de 2,4 kilos. Le pusieron el nombre de Victoria Anna: Victoria, por el hito que supuso; y Ana, en honor a su madre científica, Anna Veiga.
Anna ha recordado que en aquellos días hubo una fuerte oposición de esos grupos que decían que se estaban asesinando embriones, lo que pone en manifiesto que no entendían nada de lo que se hacía en su momento. La directora del banco de líneas celulares ha aclarado que nunca fueron en contra de la vida, sino que iban a favor: “la reproducción asistida intenta que una pareja que no puede tener niños, los tenga”.
Frente a la propuesta de lanzarse al estudio de las células madre, nuestra protagonista, no lo dudó. “En los laboratorios de reproducción asistida ya sabíamos cultivar embriones, ya que para hacer células madres embrionarias hay que partir de un embrión. Se me presentó la posibilidad y hacerlo antes de los 50 fue un privilegio”.
Anna Veiga ha explicado también que el futuro reside en las células madres. “Estas son una herramienta increíble que nos están permitiendo entender un montón de cosas, simular enfermedades en el laboratorio, probar qué fármacos pueden funcionar y cuáles no”. E insiste: “Hay que ir con cuidado, no dar falsas esperanzas a la hora de decir que estamos a un paso de curar el párkinson o el alzhéimer”.
