¿Borrado de memoria?
Madrid
La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha decidido retirar de las lecturas recomendadas para Bachillerato Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez, una novela que retrata la crueldad de la represión franquista durante la guerra civil y la posguerra. Un fragmento de la obra cayó en la última prueba de selectividad de Andalucía. Dice la Consejería que la retirada es “un proceso de renovación habitual”. Y puede que sea así.
Pero como Vox, imprescindible muleta del bipartito andaluz, ha conseguido arañar en menos de seis meses una serie de concesiones en una de sus obsesiones, como es la Memoria Histórica (Memoria Democrática, en su diluida terminología), entenderán que andemos con la mosca detrás de la oreja. Este partido ha logrado presidir la comisión parlamentaria que se ocupa de estos asuntos y ha otorgado el honor a una diputada, Ana Gil, que tuvo que limpiar su perfil de Twitter de mensajes profranquistas y joseantonianos. Y en los últimos presupuestos consiguió que se recortase la partida dedicada a la Memoria Histórica en 200.000 euros, endureciendo los requisitos a las asociaciones que trabajan en esta materia. Así que sí, puede que todo sea una “renovación habitual”. Pero también puede que sea una concesión más. Y eso sí sería grave.