La contaminación y la mala política

Madrid

Bruselas sube el tono de la advertencia a España por los elevados índices de contaminación en sus principales ciudades. Ayer ya les contamos la carta que se había mandado desde las instituciones europeas para advertir de que no se estaba haciendo lo suficiente en la lucha contra la contaminación.

Hoy va un paso más allá. Pone una fecha sobre la mesa. La del 25 de julio, dentro de dos semanas. Si ese día no hay una respuesta rápida desde España, habrá denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Es evidente que lo que ha disparado todas las alarmas es el intento de reversión de Madrid Central, por parte del nuevo alcalde del PP. El pacto PP, Ciudadanos y Vox en la Alcaldía tenía como una de las promesas estrella acabar con Madrid central. Lo hicieron por la vía de dejar de poner multas hasta que la justicia obligó a volver a multar. Es cierto que Madrid no es la única ciudad que incumple, pero sí es la primera que da marcha atrás en los planes para poder cumplir.

El año pasado España evitó una multa con la promesa de ponerse a trabajar para luchar contra la contaminación. Pero las elecciones convirtieron en materia de campaña las medidas adoptadas. Se hicieron carteles anunciando la retirada de Madrid Central y la misma noche electoral algunos políticos anunciaron su fin entre los vítores de los seguidores.

Pero la contaminación no es cuestión ideológica. Existe y mata a miles de personas todos los años. Y si esto no se quiere entender o si se utiliza para hacer política, mala política, tendrán que dar explicaciones ante Bruselas.