'El Rey León' planta cara al toro de Osborne en las carreteras españolas

Madrid

Este viernes, Disney estrena El Rey León. El clásico protagonizado por Simba vuelve a la gran pantalla adaptada a los nuevos tiempos. Todo ello a través de una nueva película, la primera que combinará imágenes reales con la tecnología CGI, en la que volveremos a conocer la historia del heredero Simba y de cómo llega a convertirse en el rey de la sabana.

Con el objetivo de promocionar la película, la Factoría Disney ha inaugurado una valla de 16 metros de ancho por 6 metros de alto de Simba en Madrid. Concretamente en la salida 41 de la M-40 (desde la A 6) y salida 40 de la M-40 (desde la A 5), donde podemos ver la silueta del rey de la sabana al más puro estilo toro de Osborne.

Así será 'El rey león'

La nueva versión de 'El rey león' nos devuelve a la clásica sabana africana, donde un futuro rey ha nacido. A pesar de que todos los animales del reino deciden acudir a la ceremonia en honor al príncipe de la sabana para celebrar la llegada del tan esperado heredero, no todos están contentos con la llegada del nuevo cachorro.

Scar, hermano del rey Mufasa y tío del joven Simba, considera a su sobrino como una auténtica amenaza en su plan para suceder al rey. Por esa misma razón elabora el malévolo plan que terminará con la famosa batalla de Pride Rock. Una batalla que acabará coronando a Scar como el nuevo rey y que forzará a Simba al exilio. Será entonces cuando el príncipe tendrá que arreglárselas para crecer y recuperar el trono perdido. Para ello contará con la ayuda de Timón y Pumba quienes, a pesar de que no aparecen en el primer adelanto, volverán a ser fundamentales para el devenir de la historia.

La historia del toro de Osborne

En 1956, la agencia Azor Publicidad realizaba, por encargo del Grupo Osborne, el diseño de un símbolo que sirviera para representar el brandy Veterano en vallas publicitarias de carretera. Dos años más tarde, la empresa comenzó a instalar los primeros toros de madera en distintas regiones del país. Toros, de cuatro metros de atura, que tenían los cuernos pintados de blanco y un rótulo que anunciaba la bebida.

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A partir de 1998, el toro de Osborne deja de ser un símbolo estrictamente comercial y pasa a ser considerado como un símbolo asociado al nacionalismo de la identidad de España. Desde entonces, le han salido rivales como un burro en el municipio cordobés de El Carpio y el propio Rey León, quien se mantendrá en las carreteras españolas durante las próximas semanas.