La tele de los 90: la eclosión de las cadenas privadas

Madrid

María Gómez analiza esta semana en La Ventana de la tele los años 90, década en la que eclosionan las cadenas privadas en España. José María Carrascal se ha asomado a La Ventana. Con él nacía Antena 3 que emitió su primer día un total de dieciocho horas de programación. Fue el 25 de enero de 1990 y comenzaba Antena 3 Noticias, el programa informativo de la cadena que lleva en emisión desde entonces.

Durante esta década dos concursos hicieron historia. "Qué apostamos" presentado por Ramón García y Ana Obregón. Un espacio que duró siete años (1993 - 2000) y en el que podías demostrar que eras el mejor en lo que fuera. Desde reconocer cualquier película de Cantinflas viendo 2 segundos al azar de la película hasta colocar un camión de bomberos sobre cuatro vasos de cristal. Y también, otro concurso que hizo historia fue El Gran Juego de la Oca. Este espacio presentado por Emilio Aragón, Lydia Bosch y Patricia Pérez literalmente se realizaba sobre un tablero del juego de mesa, a escala real, y los jugadores debían llegar al final pasando por pruebas. Un ejemplo: Casilla 31: "Casilla del cortasandías". Con una espada afilada, el concursante debía de cortar varías sandías que iban cayendo por un túnel opaco.

En el apartado del humor destacó "Inocente, inocente". Empezó a presentarlo Itu (Juanma López Iturriaga) en 1992. Con las míticas inocentadas que le hicieron a Sofía Mazagatos, Maribel Verdú o Rafi Camino. En lo que amor respecta despuntó "Lo que necesitas es amor", un programa de Antena 3 que duró seis años (1993 - 1999). Empezó con Isabel Gemio, pero acabó presentándolo el verdadero adalid del amor en España: Jesús Puente.

No nos podemos despedir de los años noventa sin mencionar el programa: "Furor". Un formato algo así como una guerra de sexos entre famosos mezclado entre música y humor. Presentado por Alonso Caparrós y emitido en Antena 3. Este espacio logró situarse como uno de los más vistos y con más repercusión de la televisión en España, poniendo de moda aquello del "minipunto" y el "popurrí".