Alertas alimentarias: "Necesitamos una mejor regulación que esté por encima del autocontrol"
El pasado domingo en SER Consumidor contamos con la presencia de Beatriz Robles, una de nuestras expertas en seguridad alimentaria y Rubén Sánchez, vicepresidente de Facua. Con ellos hablamos de las últimas alertas alimentarias que han salido a la palestra en nuestro país: toxina butolímica y listeria.
Alertas alimentarias: "Necesitamos una mejor regulación que esté por encima del autocontrol"
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Madrid
Beatriz Robles, con relación a la aparición de la toxina butolímica en una lata de atún en aceite de girasol de la marca Dia, concretamente de 900 gramos, explicó que "esta bacteria generalmente se destruye en los procesos de esterilización, pero el problema es que se reproduce por esporas. Si alguna de estas esporas no se destruye durante el proceso de esterilización, como las latas están a temperatura ambiente durante mucho tiempo, se reproduce la bacteria y forma la toxina”, prosiguió Robles. A pesar de todo, dijo que este "es un caso muy aislado”.
Sobre los posibles fallos en los procesos de esterilización, nuestra experta en seguridad alimentaria adujo que "los procesos se diseñan pensando en probabilidades, nunca se esteriliza con total seguridad de que no vaya a ocurrir nada". Según Robles, la probabilidad de que ocurra lo que ha pasado en este caso de la lata de atún "es de 1 entre un 1 billón". También dijo que no entendía que si el caso se había detectado el 9 de agosto, no se hubiera comunicado hasta finales de mes.
Precisamente sobre el caso de la lata de atún, la empresa productora, FRINSA, ha declarado que “tras analizar lo ocurrido, este hecho se limita a una única lata, de un único lote, que previamente a su análisis se abrió y manipuló. Los análisis del resto del lote han resultado satisfactorios y así lo ha acreditado la Xunta de Galicia”.
En líneas generales, sobre lo ocurrido en estas últimas semanas con este caso y el de la literiosis, señaló que "la comunicación con el consumidor tiene que ser mucho más agil" y propuso aplicar otros métodos de comunicación como "las redes sociales". Respecto a la crisis de la listeria, Beatriz Robles concluyó que "la empresa ocultó información incluso estando inmersos en la crisis" y que "los mensajes valorativos y especulativos de la Junta dan cuenta de la pésima gestión del caso".
Con Rubén Sánchez, vicepresindete de Facua, quisimos actualizar la información de la crisis de listeriosis. "La empresa empieza a mediados de 2013 a operar, pero hasta el año 2018 estuvo produciendo sin licencia”, denunció Sánchez, que añadió que este "es un problema estructural de muchísimos ayuntamientos".
Y dijo también que uno de los problemas es que “las políticas de autocontrol propugnadas desde la Unión Europea plantean que con una declaración responsable es suficiente para tener licencia de actividad”, afirmó un vicepresidente de Facua. No obstante, cargó duramente contra las administraciones declarando que "hay que mejorar la regulación para que la inspección de las administraciones prime más que el autocontrol".
Ante la pregunta de si hay que cambiar la Ley de Seguridad Alimentaria para evitar estos problemas, Rubén Sánchez repondió: “Sí, hay que cambiar la Ley de Seguridad Alimentaria y los planes autonómicos de inspección para que exista una periodicidad que se cumpla a rajatabla. Si el ayuntamiento de Sevilla hubiera paralizado la actividad de la empresa teniendo una buena inspección, nos hubiéramos ahorrado todo este problema de infecciones y la tomadura de pelo que representa haber funcionado sin licencia tantos años”, señaló Sánchez.
Con respecto a las últimas informaciones sobre la toxina butolímica encontrada en una lata de atún, añadió que "la toxina butolímica es un veneno muy potente y la administración no hace saltar las alarmas hasta semanas después de descubrirse por no hundir a una empresa, pero puede arruinar la vida de un consumidor".