El veneno de un escorpión
De cómo Jacinto Antón fue atacado por una terrible bestia en su casa de los Pirineos.
Madrid
Lo contaba hace unos días en su columna de El País. Estaba viendo la tele, sintió unas cosquillas en la pierna y cuando se movió, un escorpión salió del pantalón y se instaló en su zapato. Afortunadamente era un Euscorpius flavicaudis, una especie poco venenosa.
El escorpión ha sido símbolo para muchas culturas. Uno de los primeros faraones es el conocido como “el Rey Escorpión”, aunque no está claro si el apodo tiene que ver con la naturaleza del monarca o con alguna significación religiosa. Los romanos crearon un cuerpo militar, los pretorianos, que tenían como representación a un escorpión (aunque en este caso era por el signo zodiacal del emperador que los creó: Tiberio). En el terreno de la ficción, Hugo Pratt, el creador de “el corto maltés” imaginó una unidad de combate en el Sahara durante la Segunda Guerra Mundial a la que llamó “escorpiones del desierto”
Hablamos con Nicolás Salinas, biólogo y herpetólogo del pabellón de Veneno de Faunia, quien nos cuenta cómo debemos reaccionar si nos encontramos frente a un escorpión. En España existen cinco especies de este artrópodo y ninguna de ellas es especialmente peligrosa. La picadura de un escorpión puede ser mortal aunque depende mucho de la especie, de la cantidad de veneno inoculado y de las condiciones físicas de la persona que reciba el picotazo.
José Luis Conejo, jefe del Servicio de Información Toxicológica del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, nos cuenta qué debemos hacer si nos pica un escorpión. Muy importante: nunca se debe intentar extraer el veneno. Lo mejor es poner la herida bajo un chorro de agua y aplicar hielo de vez en cuando. Y, por supuesto, acudir inmediatamente a un centro médico.