El laberinto catalán
El juez que tomó la decisión de encarcelar a los siete CDR, Manuel García-Castellón, es el mismo, qué cosas, que imputó hace nada a Esperanza Aguirre por la Operación Púnica
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El laberinto catalán
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Madrid
Se acerca la madre de todas las sentencias y la atmósfera tiende a empeorar. La sorpresa que supuso la detención de varios activistas independentistas culminó ayer con el encarcelamiento de siete de ellos por formar un nuevo grupo, autodenominados Equipos de Respuesta Táctica (ERT), dispuestos a atentar con explosivos.
El juez que tomó la decisión, Manuel García-Castellón, es el mismo, qué cosas, que imputó hace nada a Esperanza Aguirre por la Operación Púnica.
Como los ánimos están como están, la tremenda bronca ha llegado al Parlament, donde el mismísimo Torra ha servido de cornetín, una vez más, para volver a escenificar la bronca con Madrid con graves anuncios de desobedecer al Gobierno.
Cierto que es una actitud irresponsable. Pero permitan a este Ojo que recuerde que si no hubiera existido la ignominia de la policía patriótica del PP, quizá los demócratas tuviéramos más justificaciones para defendernos. Por cierto, a uno de los máximos jefes de aquella basura, Ignacio Cosidó, le hemos vuelto a colocar en Castilla y León. Como personal eventual. Hay que recompensar a los nuestros.
