La paz que prometió Hitler
Un día como hoy pero en 1938, ante la perspectiva de que los nazis invadieran el norte de Checoslovaquia, los dirigentes de Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemana se reunieron en Múnich para llegar a un acuerdo
La paz que prometió Hitler
01:47
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000005738775/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Todos hemos tenido amistades o amores que creíamos que iban a durar para siempre y que el tiempo se encargó de ridiculizar. Pero ese error de cálculo no es nada comparado con el que hizo Neville Chamberlain el 30 de septiembre de 1938.
Igual por su nombre ahora mismo no os viene nada, pero era el primer ministro del Reino Unido hace 81 años. Y ese día volvía eufórico de una conferencia en Múnich. Allí se había reunido con los líderes de diversos países, pero lo importante es lo que había acordado con uno en concreto: el canciller alemán, un tal Adolf Hitler.
Hitler llevaba cuatro años en el poder, y había usado una estrategia bastante arriesgada en su política expansionista. Sabiendo que las otras potencias tenían terror a una guerra, había ido rompiendo lo acordado después de la Primera Guerra Mundial. En 1938 ya había anexionado Austria a su creciente Reich y había puesto las miras en el territorio del norte de Checoslovaquia conocido como los Sudetes.
Ante la perspectiva de que Hitler invadiera ese territorio, hubo una reunión en Múnich entre los dirigentes de Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania. Al final, los otros países básicamente dieron rienda suelta a Hitler en su ocupación de los Sudetes a cambio de que este se comprometiera a garantizar la paz en Europa. Y fue este acuerdo el que Chamberlain llevó exultante al Reino Unido, proclamando que había garantizado “la paz para nuestros tiempos”. Fue recibido por una multitud enfervorecida, aliviada de haber evitado otra guerra.
Un año más tarde, Hitler rompió su promesa e invadió Polonia. Había empezado la Segunda Guerra Mundial. Chamberlain había traicionado a Checoslovaquia por nada.