Como para fiarse del vecino

Todos tenemos un cierto miedo a que un día se nos instale como vecino un asesino en serie, un narcotraficante o alguien que ponga “Sálvame” a todo volumen. Y si ese es tu caso, consuélate pensando en el caso de los vecinos de The Dalles, en el estado de Oregón.

En el año 1981, un gurú indio llamado Osho se trasladó con todos sus adeptos a este estado norteamericano. Compraron una gran cantidad de tierras y en principio intentaron llevarse bien con los locales. Pero los habitantes del pueblo de The Dalles, el más cercano a la comunidad, que se había puesto el nombre de Rajnishpuram, veían con mucho recelo ese grupo que se dedicaba a comprar tierras y que además predicaba el amor libre.

El propio Osho, que tenía una colección de Rolls Royce y le gustaba más el brillo del oro que a las Kardashian, tampoco ayudó a crear lazos de amistad con el vecindario.

Viendo que el amor no acababa de funcionar como forma de relacionarse con los nativos, los habitantes de Rajnishpuram probaron con el bioterrorismo. Tal día como hoy, el 10 de octubre de 1984, dieron por acabada su campaña de introducción de la bacteria de la salmonella en los restaurantes locales. 751 personas fueron ingresadas, aunque ninguna llegó a morir por culpa de la bacteria.

Irónicamente, ese mal día que pasaron los vecinos acabó resultando su salvación. Las autoridades se pusieron a investigar y acabaron deportando al gurú y desmontando la ciudad de Rajnihspuram.

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Si os interesa ver este interesante caso de convivencia entre diferentes tipos de intolerancias, os recomiendo el documental Wild, wild country. Os hará mirar con otros ojos a vuestro vecino fanático del flamenco a todo volumen.