¿Riqueza ilimitable?

Madrid

Los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, dejan sus cargos en la compañía. No ha trascendido si recibirán indemnización, pero tampoco la necesitan. Entre los dos acumulan un patrimonio semejante a lo que todos los españoles pagamos cada año por la renta y, a un ritmo de gasto de – pongámonos generosos – un millón mensual, necesitarían vivir más de 4000 años para agotar su riqueza.

Cada vez que nos enfrentamos a esta realidad ultrarrica nos planteamos si la riqueza ilimitada es ilimitable. Si un mundo próspero que entiende que determinados niveles bajos de renta son injustos, no debe reflexionar también sobre la injusticia que supone la acumulación excesiva de riqueza. Y no tenemos grandes esperanzas. La aspirante demócrata Elisabeth Warren, que pretende gravar un poquito más a las grandes fortunas en EE.UU., está siendo calificada de peligrosa comunista. Y mientras tanto, desde el FMI hasta la CEOE, cada vez que se pretende subir el salario mínimo, mejorar las indemnizaciones por despido o subir las prestaciones por desempleo, hacen sonar las trompetas del apocalipsis. Como si limitar la escasez fuera más sencillo que poner coto a la indecente abundancia.