20 cosas que debes saber/hacer para frenar el cambio climático
Nosotros, los consumidores, también podemos hacer mucho por frenar el cambio climático. Con pequeños cambios en nuestro día a día podemos sumar nuestro granito de arena al cuidado y protección del medio ambiente y además, ahorrar dinero
Madrid
Hay muchas “grandes políticas” que pueden contribuir a reducir la temperatura del planeta, minimizar los efectos del cambio climático. Afectan a gobiernos, empresas de todo tipo, productores, industrias, contaminantes o no tanto. De eso se discute estos días en la Cumbre del Clima COP25, en Madrid. Pero también en nuestros hábitos están muchas de las claves para reducir los efectos del calentamiento global. Algunas, además de muy “saludables” para el medio ambiente, repercutirán positivamente en nuestra economía cotidiana.
Estas son algunas de las cosas que no conviene olvidar para contribuir a salvar el planeta:
1. Bajar la temperatura de la casa en invierno: 20-22 grados es suficiente para estar confortable, y no bajarlo de los 25-26 en verano es una manera de ahorrar. Cada grado más, la factura te va a subir alrededor de un 7%.
2. Usar los lavavajillas y lavadoras a carga completa es una manera de ahorrar energía y agua y evitar emisiones innecesarias. Si evitas en lo posible el uso de secadora, que “chupa” energía como pocos electrodomésticos, mejor: el doble que una lavadora.
3. Ojo con el consumo de algunos pequeños electrodomésticos como el secador de pelo, que gastan más energía de la que piensas. Y otros: un decodificador, 45 euros al año; una consola, 25 euros; un ordenador de sobremesa, 22; un portátil o un equipo de música, unos 15.
4. No escatimes al comprar electrodomésticos, sobre todo el frigorífico, que es el que más gasta, porque está siempre encendido: con los más eficientes puedes ahorrar hasta un 60% en energía. Si aplicas las mismas reducciones a otros electrodomésticos, como lavadora, secadora, o lavavajillas…¡es una buena inversión!
5. Ya es posible recurrir a las energías renovables en casa. Y no solo ahorrarás, también estarás apostando por las energías más limpias. Habla con expertos y mira las posibilidades en tu vivienda o comunidad de vecinos.
6. Recicla bien cuando tengas que desprenderte de un electrodomésticos. Porque si no se siguen los cauces establecidos y cae en manos de las mafias, o directamente en vertederos, acabará emitiendo gases de efecto invernadero. Ejemplo: el fósforo de una televisión puede contaminar más de 80.000 litros de agua.
7. Apagar del todo los aparatos electrónicos de casa cuando no los usas, como la tele. Evita el consumo “fantasma”. Tan sencillo como utilizar una regleta para apagar todo a la vez cuando no lo necesites y dar la espalda al stand by.
8. Reciclar es necesario: papel, plásticos, vidrio… Pero, además, tenemos que esforzarnos en reducir los envases, los residuos... Y reutiliza. Ten en cuenta que el uso medio de una bolsa de plástico es de 12 minutos y tarda décadas (en el mejor de los casos) en degradarse. Y una botella de plástico, hasta 500 años.
9. Reciclar una lata de aluminio puede ahorrar el 90% de la energía necesaria para producir una nueva.
10. Los bosques son necesarios para producir papel. Por eso, reducir las servilletas de papel y sustituirlas por las de tela, hacer el menor número de fotocopias posible, o hacerlo a doble cara son buenas prácticas. Más reciclado, menos árboles que hay que talar.
11. Vivir sin usar el vehículo particular para movernos puede disminuir por persona hasta 2,5 toneladas anuales de CO2. Un viaje de 2.500-3.000 kilómetros en avión, supondrán la emisión de más de 1,2 toneladas de CO2 por pasajero. De ahí la importancia de optar por el tren, sin duda, el menos contaminante.
12. Piensa en la economía circular. La segunda vida de las cosas. Si no te sirve a ti, quizá a otros les sea útil...¿Necesitas el ordenador nuevo, la impresora, el móvil?
13. Una forma de “aislar” la casa, es mojorar muros y techos. Es costoso, sí. Pero piensa que unos simples toldos que nos aíslen del sol puede reducir el gasto energéticos en un 50-60%.
14. El agua caliente es el tercer devorador de energía en una casa, con un 20% aproximadamente. Piensa que una ducha, tan eficaz como un baño, consume cuatro veces menos agua y energía. Una temperatura entre 30°C y 35°C es suficiente y la caldera no necesitará mezclar agua fría.
15. La producción de carne roja es una de la fuentes más importantes de emisiones de gases de efecto invernadero. Mucho más que otras fuentes de proteínas, como las legumbres. Incluso del cerdo o el pollo… Producir un kilo de carne consume 15.000 litros de agua. ¿Apostamos por rebajar el consumo de carne? Come productos de temporada y de cercanía para evitar las fuertes emisiones de transportar los productos de punta a punta del mundo
16. ¿Cuántas veces utilizamos el coche innecesariamente? El transporte público, que muchas veces es más rápido que el vehículo, caminar o usar la bicicleta reduce considerablemente las emisiones de carbono. Coches de compartir también es una buena opción. Si vas a viajar, piensa en la huella ecológica. Incluso, cuando se habla de negocio, una videoconferencia es más sostenible y mucho más barato.
17. La industria textil es una de las grandes contaminantes del planeta. Solo en España se generan alrededor de 400.000 toneladas de residuos al año. Y más de 12 millones se tiran sólo con seis usos del consumidor. La reutilización de la ropa que no usamos reduce el uso de recursos como el algodón y el petróleo. Ojo: fabricar un traje necesita 5.500 litros de agua y más de 4.000 unos zapatos.
18. El agua escasea y un buen uso de la misma es un gran avance medioambiental. Evitar fugas, evitar tener abiertos los grifos mientras nos lavamos los dientas o nos afeitamos, poner determinados grifos más ahorradores, aireadores o válvulas para regular el caudal nos ayudan a ahorrar dinero y ser más respetuosos con un bien escaso. O poner en las cisternas la doble pulsación… El grifo termostático permite ahorrar entre un 6 y un 16% en cada ducha.
19. Los consumidores provocamos impactos ambientales con nuestras compras. Ropa que no necesitamos, electrodomésticos que no tenemos que cambiar necesariamente… ¿Tienen una segunda vida? Sí. Hay ONGs y colectivos que las reutilizan. O bien puedes sacarlos de nuevo al mercado y sacarle un dinero.
20. Sustituir las bombillas tradicionales o las halógenas por las bombillas LED es una manera de ahorrar energía, reducir la contaminación y ahorrar en la factura aunque inicialmente el gasto sea importante. Tienen alrededor de 15.000 horas de vida, entre 3 y 25 veces más que otros tipos.