Muere José Luis Cuerda
El director de 'Amanece, que no es poco' fallece a los 72 años
José Luis Cuerda, en una imagen de archivo / EFE
Madrid
Su cine, como su vida, siempre se ha resistido a lo convencional. José Luis Cuerda (Albacete, 1947) ha sido uno de los directores más particulares, sugerentes y valientes del cine español. Autor de 'Amanece, que nos es poco', obra de referencia para varias generaciones en la que marcó un lenguaje y un estilo propio y dejó marcada su mirada a la España rural, el cineasta ha fallecido a los 72 años en Madrid.
Cuerda estudió en el seminario, dejó la carrera de Derecho, entró de rebote en TVE y acabó militando en el Partido Comunista. Según él, sus películas no son surrealistas, sino 'surruralistas'. Una mezcla de surrealismo con ruralismo, al que añadía unas gotas de costumbrismo y una pizca de absurdo. Un género que el propio José Luis Cuerda bautizó así y que, según sus palabras, surgía después del retorcimiento de la realidad que sigue siendo realidad.
"Es un cine costumbrista, coges la costumbre por el cuello, y si puedes más abajo, la retuerces bien, dejas que exprima lo que tiene y lo pasas por la lectura de la picaresca española, el naturalismo, el realismo", explicaba en una entrevista en La Ventana en el 25 aniversario de la cinta. Así definía el mismo su obra cumbre, 'Amanece, que no es poco', que ya recogía los grandes temas de su filmografía, los vicios de la democracia y el alineamiento de la gente.
Su última película fue 'Tiempo después', en 2018, donde cerraba una especie de círculo y llevaba al extremo ese humor 'surruralista', con un tono mordaz e inteligente para analizar el presente desde el futuro. Una película homenaje en la que reunió a cómicos y amigos que tenía aroma a despedida. Uno de los últimos premios que recibió fue el Feroz de Honor en 2019 por toda su trayectoria. El público le brindó una ovación y le aclamó al grito de "todos somos contingentes, pero tú eres necesario". "En cualquier momento me puedo echar a llorar", admitía estar sensible en estos últimos tiempos.
Sus comedias tienen un toque berlanguiano, son como un espejo deformado de los fantasmas de este país. Gran director de actores, de crear familias en los rodajes, sus películas están pobladas por un legión de fieles secundarios, como Miguel Rellán, Antonio Resines o últimamente Carlos Areces y Arturo Valls.
No solo fue el director con más retranca y colmillo del cine español, también se erigió como gran analista del entorno, en tertulias y entrevistas, y un gran escritor. Con Rafael Azcona firmó dos grandes dramas de la Guerra civil, como Los girasoles ciegos y La lengua de las mariposas. Por ellos ganaría dos Goyas a mejor guion adaptado.
También conseguiría reconocimiento como productor, como padrino de Alejandro Amenábar en dos de sus cintas más importantes, Tesis y Los otros. Siempre tuvo una relación de cariño con el público sin ser condescendiente. "El público no es una de mis preocupaciones, si yo he sido capaz de escribir eso, imagino que el espectador es capaz de leerlo, se trata de establecer un juego a poder ser divertido. Nunca lo busco pero siempre lo encuentro". Los amanecistas lo saben.
Sus cuatro películas 'surruralistas'
Total (1985): creado como mediometraje para televisión, tiene lugar en el año 2598, en Londres, un pequeño pueblo castellano, donde un pastor de ovejas narra algunos sucesos extraordinarios relacionados con el anuncio del fin del mundo.
Amanece, que no es poco (1989): A un recóndito pueblo de la sierra de Albacete, llega un ingeniero español con su padre. Allí convivirán con algunos peculiares personajes del pueblo y conocerán sus surrealistas actividades cotidianas.
Así en el cielo como en la tierra (1995): En un típico pueblo castellano situado en el cielo español, habitan Dios, Jesucristo, la Virgen María, San Pedro y otros personajes bíblicos que, ante el rumbo disparatado que está tomando el mundo, deciden organizar los preparativos para celebrar el Juicio Final.
Tiempo después (2018): En el año 9177, en un mundo post apocalíptico, las fuerzas vivas de un pueblo y un numeroso grupo de desempleados viven separados y enfrentados.
