El 'ASMR' como forma de vida

Barcelona

Ana Muñoz es sevillana, de Alcalá de Guadaíra. Estudió en Barcelona y allí acude periódicamente para trabajar en una tesis sobre la ansiedad escénica de los músicos. La conoce por experiencia: es violinista. Ahora vive en Francia.

Ana Muñoz comparte clases de francés, violín y tesis con la producción y grabación de vídeos ASMR (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma). Su canal en YouTube, 'Love ASMR by Ana Muñoz' , ya supera el millón de suscriptores. Cuelga dos o tres videos semanales. Si un vídeo no supera las doscientas mil visitas, algo se le remueve por dentro. Mensualmente suma más de diez millones de visualizaciones. Vive del ASMR.

Tres circunstancias le llevaron a ello. La primera. Tenía problemas de sueño, sufría la tensión de las audiciones finales y una noche, se puso un video ASMR, unos labios en primer plano que contaban del cien al cero. Le funcionó, aunque esa primera vez, no tenía ni idea de lo que era el ASMR

La segunda. Desde hacía tiempo, tenía la vaga intención de hacer algo para la 'red'.

La tercera: Le dejó el novio el día de su cumpleaños. Estaba en Sevilla, era verano, hacía mucho calor, no podía salir de casa y había que hacer algo.

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Por aquel entonces, la producción de ASMR en español era escasa. Así que decidió apostar. Pero sin decírselo a nadie, ni a su madre. Le daba vergüenza que sus compañeros de clase o su familia supiesen qué tipos de vídeos hacía.

Año y medio después, vio dinero por primera vez, veinticinco o treinta dólares que recibió con la misma alegría de quien los encuentra por la calle. Hoy, empresas como Google o Movistar han recurrido a ella y se ha hecho un nombre en la jungla de YouTube.

Si escuchan el reportaje hasta el final, podrán oír algunas de sus reflexiones sobre el ASMR y sobre todo lo que lleva etiqueta ASMR.