Cuidado con la política migratoria

Madrid

Pocos temas son susceptibles de causar debates tan encendidos como la inmigración. Las fronteras son un mal desatado en todo el mundo y cada vez se hacen menos permeables hasta convertirse en el ominoso muro de Trump.

Boris Johnson, la caricatura mediocre del mediocre presidente estadounidense, endurece su política migratoria, y tras el 'brexit', todo aquel que quiera entrar al Reino Unido, sin diferencias entre europeos o no, tendrá que contar con un contrato de trabajo de al menos 30.000 euros anuales, hablar inglés y pagar 500 euros al Sistema Nacional de Salud o hacerse un seguro privado.

No hará falta recordar la vergüenza de Salvini, de los húngaros o los polacos. ¿Cómo entender en España las informaciones filtradas desde Interior sobre un endurecimiento en las normas migratorias?

No sabemos, por ahora, si es que vamos a seguir de alguna manera la senda despreciable de estos países o se trata de un globo sonda para tantear hasta dónde están dispuestos a ceder sus socios de gobierno, primero, y la sociedad después. Cuidado, cuidado, que tocamos material inflamable…